El Ministerio de Salud ha conformado una serie de grupos de trabajo para que expertos de distintas disciplinas los ayuden a enfrentar la pandemia y sus consecuencias. De carácter temporal, coordinan con las autoridades del sector y plantean sugerencias y recomendaciones. Hay avances pero también complicaciones según pudo conocer La República luego de conversar con diferentes miembros de estos equipos.
Los medios dieron cobertura importante a lo que ocurrió con el grupo de médicos a cargo de asesorar sobre “los temas en materia de atención y manejo del Covid-19”. El 12 de marzo se publicó una primera resolución ministerial mediante la cual se convocó a un primer cuerpo de 14 profesionales. El 30 de abril, una segunda resolución sumó a 9 especialistas más.
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Seis del grupo original decidieron renunciar. El primero, Ciro Maguiña, infectólogo y vicedecano del Colegio Médico del Perú. Sin embargo este anunció el miércoles que volvería, luego de las disculpas públicas del ministro de Salud, Víctor Zamora, por sus declaraciones sobre el traslado de personal sanitario a Lima. A Maguiña le siguieron los neumólogos Ricardo Sánchez y Félix Llanos. Después, el médico intensivista Jesús Valverde y el infectólogo Eduardo Ticona. La última fue la intensivista Rosa López. En general, todos alegaron diferencias con la forma de enfrentar la emergencia.
Está por verse si la vuelta anunciada por Maguiña podría alentar a que quienes se retiraron opten por revaluar su decisión. Son reflexiones individuales, finalmente. La República ubicó a Valverde luego de un día bastante largo en la zona Covid y le trasladó esta inquietud. Respondió que las renuncias se dieron de manera virtual y que, ahora, se les ha pedido que las formalicen con una carta, por lo que siente “el desinterés” de contar con su aporte. En todo caso, añadió que él particularmente se someterá a lo que diga el Colegio Médico.
Se puede decir que estas salidas son un síntoma. Algo no funciona correctamente en la dinámica de trabajo entre este equipo en particular con las autoridades del Gobierno. El médico Eduardo Gotuzzo, profesor emérito de la Universidad Cayetano Heredia y que fue convocado desde un inicio, señaló que, efectivamente, “el grupo no se siente cómodo”.
¿La razón? Que los hayan llamado en su calidad de expertos para ayudar al país a enfrentar este duro trance y que, no obstante, sus recomendaciones no sean tomadas en cuenta en las decisiones importantes. Gotuzzo indicó, además, que el equipo mantiene "muy poca interacción con las más altas autoridades del sector”.
Valverde coincidió con Gotuzzo en esto último. Dijo que la relación con el Minsa fluyó bien al inicio y que, con las semanas, “las reuniones se fueron diluyendo”. “Opinábamos y salían otras normas. Y frente a eso, nos sentimos convidados de piedra”, indicó.
Como señala el titular de este artículo, los equipos de expertos viven diferentes realidades. Las cosas parecen avanzar con un mejor ambiente en el grupo que asesora en materia de innovación en tecnologías sanitarias, que dirige la exministra de Salud Patricia García.
“Estamos tratando de aportar, pero la velocidad de respuesta todavía es un poco lenta. Lo positivo es que el mensaje ha llegado a través del ministro (Zamora). Y que el presidente (Vizcarra) ya mencionó el tema de que hay que invertir más en tecnología, pero ahora lo más importante es ver la acción, y se necesitan normativas que agilicen el asunto. Estamos viendo cómo llegar al Congreso y que se promueva y priorice la investigación como una respuesta del Estado a problemas que tienen que ver con salud”, explicó García.
Se han dividido el trabajo en seis subgrupos: vacunas y nuevas terapias; laboratorios y pruebas diagnósticas; informática y aplicativos móviles; tratamientos humanitarios; equipos y dispositivos médicos; y bioseguridad. La primera reunión del equipo de 16 personas se realizó el 14 de abril. Casi todos provienen de universidades, más un representante de la oficina de tecnología sanitaria de EsSalud , de la oficina de investigación del Instituto Nacional de Salud y la presidenta del Concytec, Fabiola León Velarde. Los tres últimos son el vínculo del Estado. El resto (médicos, biólogos moleculares) se dedica a la investigación en instituciones privadas.
Se ha pensado en tres niveles de trabajo, de corto, mediano y largo plazo. En lo inmediato, se trata de contribuir en acciones concretas contra la crisis. En un horizonte más lejano, la intención es promover el desarrollo biotecnológico para que el país pueda enfrentar una nueva pandemia (que de todas maneras llegará, dicen los expertos) en mejores condiciones que ahora.
García recordó lo ocurrido en Corea del Sur, que luego de lo ocurrido con el MERS empezó un proceso de cambio de normativas “que eran cuellos de botella” para el desarrollo tecnológico. Según la exministra, el Perú se encuentra “hiperregulado” y, por eso, se necesita flexibilizar procedimientos. Mencionó que la Sunat, incluso, pone impuestos a la importación de insumos necesarios para la investigación.
Otro ejemplo de la regulación excesiva, de acuerdo a lo explicado por García, es lo que ocurre con la lista de laboratorios moleculares académicos (de alto nivel tecnológico) que el equipo puso a disposición del Instituto Nacional de Salud. “No pueden empezar a hacer pruebas por los excesivos requisitos para funcionar. En ese sentido, el Estado va muy lento”, señaló.
Los miembros del equipo se reúnen todas las semanas y las recomendaciones que acuerdan son trasladadas al propio ministro Zamora.
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El grupo de trabajo conformado para asesorar al Minsa en materia de prospectiva tampoco ha sufrido bajas, al menos hasta el momento. Son 12 integrantes, cuya misión general consiste en recomendar medidas para prevenir, vigilar, controlar y reducir el impacto de la Covid-19, anticipando escenarios.
El sábado 28 de marzo tuvieron su primera reunión. En abril continuaron casi a diario en el Minsa. Ahora se han reducido hasta una vez por semana, fuera de los mensajes por WhatsApp que intercambian sus miembros, y que pueden sumar entre 200 y 300 por día.
Se elaboran de dos a tres presentaciones en Power Point a la semana, que son enviadas a las autoridades, como el presidente Vizcarra, ministros, viceministros y la doctora Pilar Mazzetti, que lidera el Comando Covid-19).
Son PPT sobre temas solicitados o que le parecen relevantes al grupo. Farid Matuk, uno de los convocados, declaró que hace un mes detectaron "la brecha entre las defunciones totales y las defunciones con pruebas de laboratorio". El informe al respecto se envió.
Matuk, como se recuerda, estuvo envuelto en la fallida estrategia de las salidas por género. “Como todos los humanos, nos equivocamos”, dijo al respecto. Aunque dijo que no podía hablar por todos, aseguró que, en su caso, sí se sentía escuchado por el Gobierno. Y sobre los que lo critican, lanzó esta frase: “Son palomillas de ventana, entrenadores de tribuna”.
Cabe recordar que el Minsa también convocó a un grupo de científicos sociales para que realicen un diagnóstico de la sociedad peruana en tiempos de la Covid-19, el cual, de acuerdo con sus autores, puede servir como un punto de partida para la elaboración de políticas públicas que incluyan a los más vulnerables del país.
El informe ya entregado se titula “Por una nueva convivencia: la sociedad peruana en tiempos de la Covid-19”. Se encuentra dividido en siete ejes dedicados a determinados sectores, los más afectados en la crisis: los trabajadores informales, migrantes venezolanos, mujeres, los niños, adolescentes y jóvenes, población penitenciaria, pueblos indígenas y amazónicos, y adultos mayores.
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