Roberth Orihuela Q.
El inicio de la edición 34 de la Convención Minera Perumin se dio en medio de protestas. Ayer miles de obreros de Construcción Civil realizaron una marcha en rechazo a los proyectos mineros que contaminan y en apoyo a los pobladores del valle de Tambo, en la provincia de Islay. Estos acatan desde hace más de 60 días un paro en rechazo al proyecto Tía María de Southern. Exigen la cancelación.
Las movilizaciones iniciaron a primera hora en el Cono Norte de la ciudad. Los obreros se agruparon en el ingreso a la zona de Ciudad Municipal. Según explicó Andrés Saya, dirigente de este gremio, 40 obras en la región se paralizaron, para que los trabajadores puedan asistir a la marcha.
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Luego de juntarse un buen número de obreros, empezaron a marchar con dirección al centro de la ciudad. Primero, llegaron al puente Añashuayco, desde donde cerca de 50 policías empezaron a acompañar a los manifestantes.
Al llegar a la altura del aeropuerto, se pensó que ingresarían, pero continuaron por la zona de Zamácola. Siguieron su marcha por las avenidas Aviación y Ejército. Luego, ingresaron al centro de la ciudad hasta llegar a la plaza España y, después, a la plaza de Armas.
Al término de la marcha, los manifestantes acudieron a firmar sus listas de asistencia y recibir una gaseosa. Según contaron algunos obreros, quienes no se registraran serían multados con 50 soles.
Sobre esto, el dirigente Andrés Saya señaló que es cierto que los representantes de cada obra firman su lista de asistencia, pero negó el cobro de una multa.
En las protestas de ayer, también participó un grupo de agricultores de Tambo. Estos llegaron a la ciudad y se concentraron en la plaza España. Desde allí partieron con representantes de la Federación Departamental de Trabajadores (FDTA), liderados por José Luis Chapa Díaz, hacia la avenida de Las Convenciones en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero. Allí se desarrolla Perumin.
Se toparon con un cordón policial que les impidió continuar. Luego de ello, Chapa y sus seguidores abandonaron la zona. Por tal motivo, los agricultores decidieron declarar persona no grata al sindicalista. Lo tildaron de “traidor”.
Sobre la protesta, el nuevo prefecto de Arequipa, Carlos Mantegazza, pidió a la población realizar sus marchas de manera pacífica. También la instó a empezar un diálogo con el Gobierno y la empresa para resolver sus diferencias.
Los hijos de los extrabajadores de Southern Copper iniciaron una campaña pública para reclamar que les devuelvan más de 10.5 millones de acciones que les pertenecen.
Según contó Erick Pacheco, representante de este colectivo, sus padres aportaron con sus acciones para desarrollar la mina Cuajone en Moquegua.
Desde 1997 piden que este dinero se les devuelva. “Ya ganamos en varias instancias judiciales, pero la empresa no tiene voluntad”, indicó Pacheco.