Pero en ese cálculo hay un error de perspectiva estadística. Pues hoy la opinión mayoritaria es a favor de un referendo.,La bancada del Frente Amplio se lució intentando una clásica carambola de billar a tres bandas: no a la confianza, cierre del Congreso, nuevas elecciones parlamentarias. La probable lógica partidaria de esto es entendible: piensan que es una postura popular, y que en una nueva elección sus posiciones y sus candidatos ganarían terreno. Pero en ese cálculo hay un error de perspectiva estadística. Pues hoy la opinión mayoritaria es a favor de un referendo, no de un cierre del Congreso o de la elección de uno nuevo. No es porque se simpatice con el actual, que vive su peor hora en las encuestas, sino porque la defensa de la institucionalidad vigente todavía parece una salida preferible. FA no debe ser la única agrupación convencida de que le iría mejor en elecciones adelantadas. Sobre esto habría que saber si es pura impaciencia frente al 2021, o una noción de que este es un momento especial, que podría no repetirse más adelante. Retroceso de la derecha equivalente a avance de la izquierda es una ecuación que viene fácil a la mente. Algo que conspira contra la idea de elecciones adelantadas es que no hay garantías de que un próximo Congreso, en cualquier combinación de ideologías, vaya a ser mejor que el actual. La sospecha se refuerza si además participan (algunas quizás con distintos membretes) las mismas agrupaciones que el 2016 y, si no media reforma alguna, con las mismas reglas. Es posible que el FA haya estado leyendo a algunos comentaristas de derecha que en estos días postulan que las iniciativas reformistas de Martín Vizcarra son todas en beneficio de una izquierda radical. Uno de los débiles argumentos es que ella lidera las marchas por las calles no tiene verdadero peso electoral: son muchísimos más los moderados que esperan los desenlaces en casa. Ahora que el FA se ha pronunciado contra el referendo, habrá que ver cómo se comporta en los debates vinculados a él en el Congreso. Lo lógico sería abstenerse, pero así no funciona la política. Si la cosa es seguir el deseo mayoritario de la ciudadanía, tendrán que participar de buena fe. Por lo menos estarán participando en una elección.