En el balance, el partido quiere que el referendo se realice en diciembre, cuando apoyaría el bicameralismo y la no reelección parlamentaria.,Un comunicado de la célula parlamentaria busca poner al Apra al día con la situación en el país. Al plantear la necesidad urgente de las reformas judicial y política, toman distancia de Fuerza Popular. Además, adelantan su propia visión de las reformas propuestas para un referendo. Es como si estuvieran despertando de una larga apatía. La fórmula de esta hora es alejarse de FP en temas claves, mantener las críticas sectoriales a la gestión del Ejecutivo, proponer “políticas de diálogo y respeto mutuo”. En el balance, el partido quiere que el referendo se realice en diciembre, cuando apoyaría el bicameralismo y la no reelección parlamentaria. Hay, además, algunas frases fuertes a las que falta ponerles algunos nombres y frente a las que nadie se va a dar por aludido, como aquella contra “quienes conviertan la política en un instrumento de corrupción y no respetan las normas de la democracia y el Estado de derecho”. Parece antesala de algunas denuncias concretas. El texto es también un saludo a las bases apristas, que son parte de la mayoritaria opinión pro-referendo y ven con muy malos ojos todo intento de bloquearlo, postergarlo o desvirtuarlo. Este acercamiento a las bases es también una manera de ir resolviendo la división interna que mantiene paralizado el nombramiento de autoridades en el Apra. Para FP es un evidente golpe. Si bien no necesitan los cinco votos del Apra para sus tareas de aplazamiento y desviación, el bando pro-referendo crece y las maniobras contra la consulta se hacen más evidentes. Lo cual imposibilita aún más cualquier rebote en las encuestas, y presta nuevos argumentos a la cuestión de confianza. Debemos entender que el espacio de diálogo para llegar al 2021 sin tropiezos planteado por Javier Velásquez Quesquén es una oferta de mediación por parte del Apra. Pero las partes en pugna todavía no parecen muy inclinadas en esa dirección. Las cosas todavía tienen que empeorar antes de que se pueda pensar en mejorías. Falta saber ahora cuán cohesivo resultará el comunicado del Apra, y si realmente demuestra ser, qué podrá hacer la reconocidamente eficaz máquina parlamentaria del partido. ¿Los veremos participar, como en los años 90, en las marchas por los principios democráticos?