El accidente que mantiene a 10 mineros mexicanos atrapados en un pozo desde hace una semana en el estado de Coahuila reactiva el debate sobre la negligencia de las minas en la zona carbonífera que ya ha sido explotada por más de 30 años y que ha dejado más de un centenar de muertes.
Las autoridades aún confían en ingresar este jueves al sitio donde el miércoles 3 colapsó la mina en el municipio de Sabinas y de la que solo cinco trabajadores lograron salir tras una inundación de agua.
Los 672 elementos de las Fuerzas Armadas y civiles que han dedicado 158 horas continuas al operativo están por extraer el agua suficiente para ingresar a la mina en Sabinas, estado de Coahuila, que se inundó tras un derrumbe, expuso Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil.
“Ha sido una semana intensa, de muchos compromisos y esperamos que estemos a horas de realizar este rescate”, manifestó la funcionaria por videoconferencia durante la rueda de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Velázquez recordó que las autoridades trabajan desde el miércoles 3 de agosto, cuando habitantes de Sabinas reportaron el colapso de una mina de carbón en la comunidad de Las Conchas, en el paraje de Agujita, a la 1.35 p. m. tras una inundación.
Para ingresar al sitio a salvar a los empleados, han tenido que extraer hasta ahora 125.453 metros cúbicos de agua, según la titular de Protección Civil.
En los tres pozos inundados de la mina, donde se presume que podrían estar los trabajadores, aún quedan tirantes por bombear de hasta 10,2 metros, expuso Velázquez.
Especialistas también monitorean los niveles de gas metano para evitar una explosión cuando ingresen los buzos.
“Otro nivel muy importante que se mide constantemente son los niveles de explosión, los cuales son óptimos. No hay ningún problema para los rescatistas para que puedan ingresar en cualquier momento. Así es que estamos ya a muy poco, señor presidente, de poder ingresar”, aseveró.
El legislador, del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), subrayó que el principal factor fue la negligencia. Aseveró que los mineros “no tenían ni plano topográfico ni plano geológico, mucho menos un plan de minado”.
“Es negligencia, falta de preparación técnica para el desarrollo de sus trabajos y la falta de inspección por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, tanto federal (del Gobierno de México) como estatal (del Gobierno de Coahuila)”, apuntó.
El accidente recuerda los trágicos eventos de los últimos años, como el de 2021 en el municipio de Múzquiz, en el poblado de Rancherías, también en Coahuila, donde también se derrumbó una mina que ocasionó la muerte de siete trabajadores.
También evoca, por su cercanía a la zona, el derrumbe de la mina Pasta de Conchos, en 2006, en el que murieron más de 60 mineros y sus cuerpos no fueron rescatados, presuntamente por iniciativa de la compañía explotadora Altos Hornos de México.
De acuerdo con la organización Familia Pasta de Conchos, se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a esta actividad en dicha zona de carbón desde entonces.
Con información de EFE.