Con la llegada de la Navidad, los preparativos para la cena de Nochebuena se intensifican en toda Sudamérica. Mientras que en varios países la tradición del pavo se mantiene firme, hay naciones que optan por otros platillos que reflejan su cultura y costumbres. Este artículo explora las alternativas gastronómicas que se eligen en la región durante estas festividades.
Según un estudio de la revista gastronómica Chef’s Pencil, solo cuatro países sudamericanos incluyen el pavo en su cena navideña. En contraste, otros países prefieren platos típicos que varían desde el cerdo hasta los tamales. La diversidad culinaria de Sudamérica se manifiesta en las mesas de Navidad, donde cada nación aporta su propio sabor y tradición.
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En Sudamérica, los países que optan por el pavo en su cena de Nochebuena son Perú, Brasil, Ecuador y Chile. Este ave, que ha sido domesticada desde tiempos antiguos, se ha convertido en un símbolo de celebración en estas naciones. En Perú, por ejemplo, el pavo es un plato central que acompaña a otras delicias como el panetón, creando una experiencia culinaria única durante las festividades.
Familia reunida en la cena de Nochebuena, en la Patagonia (Chile). Foto: National Geographic.
Por otro lado, Argentina y Paraguay prefieren el cerdo como plato principal. En Bolivia, la sopa picana es la elección favorita, mientras que en Venezuela y Colombia se opta por tamales. Uruguay se distingue por su asado, y Guyana elige el pepperpot. Cada uno de estos platos refleja la rica herencia cultural de cada país, mostrando que la Navidad se celebra de diversas maneras en la región.
A nivel global, el pavo es un plato emblemático en la cena navideña, especialmente en Estados Unidos y otros países como Canadá y el Reino Unido. Su popularidad se debe a su tamaño, que permite alimentar a grandes grupos familiares.
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Además, su tiempo de engorde es relativamente corto, lo que facilita su crianza para las festividades. En México, sin embargo, la tradición se inclina hacia los tamales, mostrando la diversidad de costumbres en el continente americano.
En Perú, los precios del pavo varían según la presentación y la marca. Por ejemplo, el pavo entero congelado San Fernando se encuentra a S/15,90 por kilogramo, mientras que el pavo horneado puede costar hasta S/37,49 por kilogramo. Esta variedad de opciones permite a las familias elegir según su presupuesto y preferencias culinarias.
Además del pavo, el panetón es otro elemento esencial en la celebración navideña peruana. Con un consumo anual de 34.000 toneladas, Perú se ha posicionado como el país que más panetón consume en el mundo, superando a Italia. Este dulce, que acompaña a la cena navideña, se ha convertido en un símbolo de la festividad, uniendo a las familias en torno a la mesa.
La Navidad en Sudamérica refleja una vibrante diversidad cultural y gastronómica, moldeada por las tradiciones únicas de cada país. En algunas regiones, el pavo asado se posiciona como el plato principal, mientras que en otras se opta por comidas que simbolizan profundamente su identidad local, como tamales, hallacas, asados o pescados. Este mosaico de sabores transforma la cena de Nochebuena en un espacio especial, donde la familia y los amigos se reúnen para celebrar no solo la festividad, sino también sus raíces culturales.
Más allá de la gastronomía, la decoración y la música también varían, enriqueciendo aún más el ambiente navideño. En algunas localidades, las celebraciones incluyen bailes tradicionales y eventos religiosos al aire libre, reforzando la conexión con el espíritu festivo y la herencia cultural.
En Medellín (Colombia), por Navidad, se realiza el Festival de Luces. Foto: Revista AD.
En definitiva, la Navidad en Sudamérica no es solo una celebración religiosa, sino una manifestación del patrimonio colectivo, donde cada detalle gastronómico, musical y decorativo se convierte en una expresión de identidad y unidad.