Brasil transformará la economía de Sudamérica con recientes descubrimientos de oro. El Servicio Geológico Brasileño confirmó la existencia de 94 nuevos yacimientos, principalmente en la región Norte del país, con estados como Pará, Amazonas y Roraima a la cabeza. Según estimaciones iniciales, estos depósitos podrían aumentar la producción nacional hasta en 30 toneladas anuales, consolidando a Brasil como uno de los principales productores mundiales de este metal precioso.
Este hallazgo no solo promete reforzar las reservas de oro brasileñas, sino también superar la capacidad productiva de países como Estados Unidos. Más allá de los beneficios económicos, el desafío radica en gestionar esta riqueza mineral de manera sostenible, atendiendo los riesgos ambientales que plantea la minería en la Amazonía, un ecosistema clave para el planeta.
El descubrimiento de estos yacimientos supone una oportunidad histórica para la economía brasileña. La extracción y comercialización del oro impulsará las exportaciones, generando mayores ingresos por divisas y mejorando la balanza comercial. Además, la actividad minera creará empleos directos e indirectos, beneficiando particularmente a comunidades cercanas a los yacimientos en estados como Pará, Amazonas y Amapá.
Los estados de Pará, Amazonas, Roraima y otros en la región Norte serán los principales beneficiados, con generación de empleos directos e indirectos. Foto: Visión Minera
La minería a gran escala promete dinamizar sectores como transporte, servicios e infraestructura en las regiones involucradas. Sin embargo, los expertos destacan que el desarrollo económico debe ser equitativo, priorizando el bienestar de las comunidades locales y fomentando proyectos sociales que maximicen los beneficios derivados de esta nueva riqueza aurífera.
Venezuela se destaca en América Latina por sus amplias reservas de oro, que ascienden a 161 toneladas almacenadas en el Banco Central de Venezuela (BCV), según Trading Economics. Brasil también ha experimentado un significativo aumento en sus reservas de oro, pasando de 67,36 toneladas en 2020 a 129,65 toneladas a finales de 2022. Este incremento es parte de una estrategia activa para diversificar y fortalecer sus reservas internacionales.
México ha visto fluctuaciones en sus reservas de oro, con una ligera disminución a finales de 2022. Por otro lado, Argentina ha aumentado sus reservas de 54,77 toneladas en junio de 2020 a casi 62 toneladas en 2022. La estabilidad que el oro proporciona a las economías nacionales es indudable. Según José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del LACEN de la UNAM, las reservas de oro de los bancos centrales están directamente relacionadas con el tamaño y la fortaleza económica de cada país.