En medio de la expectativa por la inauguración del megapuerto de Chancay en Perú, que contó con la presencia del presidente chino Xi Jinping, surgen preocupaciones sobre su impacto en los puertos chilenos. Este proyecto, que abarca más de 900 hectáreas y representa una inversión superior a los 4.500 millones de dólares, promete reducir los tiempos de transporte entre Asia y Sudamérica de 40 a 23 días. Según el académico Leopoldo Santibáñez, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, esta obra pone en evidencia la falta de modernización de Chile en infraestructura portuaria, calificándola como insuficiente para competir a nivel internacional.
El profesor destacó que los principales puertos del país, Valparaíso y San Antonio, enfrentan obstáculos como restricciones por oleaje y modelos de concesión anticuados, mientras que Perú centralizó su gestión portuaria, permitiendo avances más rápidos. "Chile no está a la par de lo que está sucediendo con el comercio internacional", afirmó, señalando que estas carencias podrían debilitar la posición estratégica del país en el transporte marítimo.
El puerto de Chancay, cuya construcción comenzó hace 15 años, está diseñado para convertirse en un eje clave del comercio en Sudamérica. Su ubicación estratégica, a 80 kilómetros al norte de Lima, y su capacidad para manejar grandes volúmenes de carga, podrían desplazar a los puertos de San Antonio y Valparaíso como puntos principales de conexión con Asia.
El megapuerto de Chancay plantea un desafío estratégico para los puertos de San Antonio y Valparaíso, al posicionarse como un eje clave para el comercio internacional. Foto: SRRTV
Santibáñez advirtió que la falta de modernización en Chile limitará su capacidad de competir con Chancay, especialmente en términos de costo y eficiencia. Mientras el megapuerto peruano operará bajo estándares modernos, los puertos nacionales siguen enfrentando problemas estructurales, como la falta de operaciones continuas 24/7.
El puerto de Chancay no solo promete impulsar el comercio internacional en Sudamérica, sino también fortalecer las relaciones comerciales entre Asia y la región. Sin embargo, su éxito pone en jaque a países vecinos como Chile, que, a pesar de ser uno de los principales exportadores de cobre y frutas, carece de una estrategia portuaria integrada.
Santibañez explica que se debe mejorar la intervención gubernamental en infraestructura, actualmente dispersas entre varios ministerios, y priorizar la modernización de sus puertos. "Perú entendió antes que nosotros la necesidad de actuar con rapidez", afirmó Santibáñez, subrayando que la intervención eficiente en Chancay es un ejemplo a seguir.