China ha iniciado una de las obras más ambiciosas de su historia ferroviaria: la construcción de un túnel de 35 kilómetros que atravesará la imponente montaña Gaoligong. Esta infraestructura forma parte de un proyecto clave para su red ferroviaria, permitiendo que el tren bala chino supere uno de los mayores desafíos geológicos del país, conectando las zonas más occidentales de manera más eficiente. El túnel, que reducirá drásticamente el tiempo de viaje, es una hazaña que destaca no solo por su longitud, sino por las complejas condiciones que enfrenta debido a la hostilidad del terreno.
La construcción de esta megainfraestructura se desarrolla en la provincia de Yunnan, una zona de intensa actividad sísmica, lo que añade una capa de dificultad adicional al proyecto. El túnel Gaoligongshan es considerado el más complicado de su tipo, tanto por las características geológicas como por la necesidad de emplear tecnologías avanzadas para garantizar la seguridad y el éxito de la obra. Esta megaconstrucción es una muestra más del dominio chino en ingeniería ferroviaria, reafirmando su liderazgo en este sector.
El túnel Gaoligongshan no solo se distingue por ser el más largo de China, sino por las adversas condiciones bajo las cuales se construye. Con una profundidad máxima de 1,15 kilómetros, atraviesa una región caracterizada por su geología extrema. La ubicación del túnel, en la franja sísmica del Himalaya, donde convergen las placas tectónicas Euroasiática e Índica, representa un desafío monumental para los ingenieros. El terreno presenta no solo una alta geotermia, sino también un estrés geológico considerable, con temperaturas que superan los 38 grados Celsius en las zonas de excavación.
Este megaproyecto conectará China con Myanmar, facilitando el comercio entre el Pacífico y el Índico. Foto: Difusión
A lo largo de su construcción, los equipos han empleado métodos complejos, combinando el uso de tuneladoras y explosivos para perforar la roca, y han realizado excavaciones verticales y horizontales en varios puntos clave. Esta combinación de tecnologías busca superar las condiciones extremas, garantizando que el túnel pueda cumplir con su propósito: permitir el paso del tren bala a una velocidad de 140 kilómetros por hora, reduciendo a la mitad el tiempo de viaje entre las zonas conectadas.
La construcción de este túnel no es un proyecto aislado, sino parte de un plan estratégico más amplio que busca mejorar la conectividad entre China y otras naciones asiáticas. El túnel Gaoligongshan forma parte de la vía férrea Dali-Ruili, una ruta clave en la expansión de la red ferroviaria transasiática. Este corredor ferroviario tiene como objetivo facilitar el comercio terrestre entre China y los países del sudeste asiático, conectando el océano Pacífico con el Índico a través de Myanmar.
El túnel se considera el más difícil del mundo por las condiciones sísmicas y geotérmicas, logrando un avance tecnológico en construcción. Foto: Highestbridges
Este proyecto forma parte de la visión a largo plazo de China para consolidarse como un actor clave en las redes de transporte internacionales. La infraestructura ferroviaria no solo permitirá el flujo eficiente de mercancías y pasajeros, sino que también impulsará la competitividad económica de las zonas más remotas del país. La finalización del túnel se proyecta para 2025, lo que marcará un hito en la estrategia de integración regional de China.
China ha apostado fuertemente por el desarrollo de su infraestructura ferroviaria en las últimas décadas, logrando avances significativos tanto en el ámbito tecnológico como en la expansión de su red. El tren bala, que ya es un símbolo del progreso chino, se ha convertido en el eje del transporte rápido dentro del país, y su infraestructura no deja de crecer. Con proyectos como el túnel Gaoligongshan, China demuestra su capacidad para afrontar los retos más difíciles, tanto a nivel geológico como logístico.
Además, el país ha exportado su experiencia en infraestructura ferroviaria a otras partes del mundo. Desde trenes solares en Argentina hasta proyectos ferroviarios en África, las empresas chinas han demostrado ser líderes en la construcción de redes ferroviarias. Este dominio en el sector no solo ha mejorado la movilidad interna de China, sino que también ha fortalecido su presencia en el escenario global, posicionando al gigante asiático como un referente en ingeniería y transporte.