El transporte ferroviario en América Latina está viviendo una transformación histórica con siete proyectos clave que están revolucionando la movilidad de millones de personas desde México hasta Chile. Estas iniciativas mejoran la conectividad, acortan los tiempos de viaje, disminuyen el impacto ambiental y promueven el crecimiento económico en la región.
Estas líneas de tren, algunas ya parcialmente operativas y otras en construcción, están destinadas a revolucionar el transporte en áreas clave de cada país. Con tecnologías avanzadas y una planificación a largo plazo, buscan transformar el transporte urbano e interurbano.
América Latina cuenta con 7 proyectos, distribuidos en diferentes países de la región, que buscan mejorar el sistema de transportes. Los proyectos, a pesar de ser un avance, no conectarán a los países entre ellos. Foto: El Orden Mundial/Abel Gil Lobi
La inversión en infraestructura ferroviaria ha aumentado significativamente en América Latina, impulsada por la necesidad de mejorar la movilidad y reducir la congestión en las principales ciudades. A continuación, una lista con los proyectos más importantes en la región:
1. Tren Interurbano México-Toluca/El Insurgente (México) Con una inversión de casi 5 millones de dólares, este tren conectará la Ciudad de México con Toluca en un recorrido de 57,87 kilómetros. Su primera fase se inauguró en septiembre de 2023, con un tiempo de traslado de solo 39 minutos entre ambas ciudades. Se espera que para 2024 traslade a 81.000 pasajeros diarios, con lo que incrementaría a 147.000 para 2030. |
2. Línea 2 del Metro de Santo Domingo (República Dominicana) Esta extensión, con un avance del 92,3%, cubrirá 7,3 kilómetros y se espera que esté operativa en el primer cuatrimestre de 2024. Beneficiará a más de un millón de usuarios, ya que descongestionará el tráfico en Santo Domingo. |
3. Línea 3 del Metro de Panamá (Panamá) Esta línea tiene un 63% de avance y recorrerá 25 kilómetros, desde la estación de Albrook hasta Ciudad del Futuro, con 12 estaciones a lo largo de su trayecto. Será el primer sistema de monorriel del país y se espera que beneficie a más de 500.000 personas en Panamá Oeste, dado que reduciría los tiempos de viaje a la mitad durante las horas pico. |
4. Regiotram de Occidente (Colombia) La primera línea del metro tiene un avance del 38,78%. El proyecto beneficiará a varias localidades de Bogotá, con un recorrido de 24 kilómetros, y se espera que entre en operación total en 2028. Este sistema mejorará drásticamente la movilidad urbana en la capital colombiana. |
5. Línea 6 del Metro de São Paulo (Brasil) La Línea 6-Laranja tiene un avance del 65% y tendrá una longitud de 15 kilómetros, en la que conectará el barrio de Brasilândia (en la zona norte) con la estación São Joaquim (en el centro de la ciudad). Este trayecto, que actualmente toma más de 90 minutos en autobús, se reducirá a solo 23 minutos cuando el metro esté en operación, lo cual beneficiará a 630.000 pasajeros diariamente. El proyecto es una asociación público-privada (PPP) entre el Gobierno del Estado de São Paulo y la concesionaria Linha Universidade, con Acciona a cargo de la construcción. Se espera que la línea esté parcialmente operativa en 2026 y completamente en 2027. |
6. Línea 2 del Metro de Lima (Perú) Este proyecto de metro subterráneo ya ha alcanzado un 61,7% de avance. Al completarse, conectará Ate con el Callao a lo largo de 27 estaciones en 35 kilómetros y movilizará a más de 1,2 millones de personas diariamente. La línea está proyectada para estar operativa en su totalidad en 2028. |
7. Tren Santiago-Batuco (Chile) En Chile, hay varios proyectos ferroviarios en marcha que buscan modernizar el transporte del país. Dos de los más destacados son el Tren Santiago-Batuco y el Tren Santiago-Melipilla, ambos desarrollados por la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). Ambos proyectos forman parte del Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario impulsado por el Gobierno chileno, que busca ampliar y mejorar los servicios de trenes en el país para alcanzar 150 millones de pasajeros anuales para 2026. |
Con avances significativos y tecnologías modernas, los nuevos sistemas de trenes y metro comenzarán a operar en los próximos años y beneficiarán a millones de usuarios. Foto: Pxhere/dominio público
Estos proyectos reducirán los tiempos de viaje y aportarán a la sostenibilidad del transporte en la región. México, Brasil y Perú son solo algunos de los países que lideran la implementación de estas infraestructuras, con tecnologías modernas que permiten una mayor eficiencia y seguridad. Además, los trenes eléctricos y los sistemas de monorriel en países como Panamá y Colombia están impulsando un cambio hacia un transporte más ecológico y eficiente.
Estas líneas no solo mejorarán la conectividad, sino que también traerán beneficios económicos considerables. Se espera que fomenten el turismo y el desarrollo urbano, puesto que atraerán inversiones y crearán miles de empleos. Asimismo, proyectos como la Línea 2 del Metro de Lima y la Línea 6 del Metro de São Paulo aliviarán el congestionamiento en algunas de las ciudades más pobladas de América Latina, lo cual mejorará la calidad de vida de millones de personas.
El desarrollo de trenes de alta velocidad en América Latina enfrenta diversos obstáculos que han limitado su crecimiento. A pesar de contar con algunas redes ferroviarias, estas no logran competir en términos de velocidad y frecuencia con los aviones o automóviles. Las largas distancias entre ciudades y la falta de inversión en infraestructura han convertido al tren en una opción poco viable para viajes interurbanos, especialmente cuando se trata de largas distancias, donde el transporte aéreo se presenta como una alternativa más eficiente.
En las últimas décadas, la inversión en infraestructura ferroviaria disminuyó drásticamente en América Latina, sobre todo a partir de los años 80 y 90, cuando los gobiernos abandonaron los proyectos de trenes de pasajeros para enfocarse en el transporte de mercancías. Los altos costos operativos de los trenes, que requieren personal especializado y un mantenimiento constante, hicieron inviable el sostenimiento de las redes ferroviarias, lo que llevó a su deterioro en muchas regiones.
Además, la competencia del transporte aéreo ha sido un factor clave en el rezago de los trenes en la región. Con la reducción significativa en los precios de los vuelos en las últimas décadas, los aviones se han convertido en una opción más accesible y conveniente para los viajeros. Esta situación ha disminuido la demanda de trenes de larga distancia, dejando los proyectos ferroviarios relegados mientras el sector aeronáutico continúa expandiéndose.