Bajo las turbulentas aguas del Canal de la Mancha, a 75 metros de profundidad, se extiende una obra de ingeniería que desafía las barreras naturales y conecta dos naciones históricamente rivales. Este megaproyecto, inaugurado en la década de los 90, no solo revolucionó las técnicas de construcción subterráneas y subacuáticas, también transformó la forma en que millones de personas y mercancías se trasladan entre el Reino Unido y el continente europeo, para así acortar significativamente los tiempos de viaje.
¿Sabías que la idea de erigir esta monumental estructura se concibió hace más de dos siglos? A lo largo de los años, diversas propuestas emergieron y fueron abandonadas, por lo que enfrentaron retos políticos y técnicos que parecían infranqueables. Hoy, esta conexión, además de simbolizar la capacidad humana para superar dificultades geológicas y geopolíticas, se ha establecido como un esencial corredor de integración y comercio en la región.
El Eurotúnel, una de las hazañas más impresionantes de la ingeniería moderna, atraviesa el lecho marino del Canal de la Mancha y une el Reino Unido con Francia. Este colosal proyecto, que se extiende por 50,4 kilómetros, fue inaugurado el 6 de mayo de 1994 tras más de siete años de construcción y un sobrecoste que elevó su presupuesto inicial a 4.650 millones de libras. A 75 metros bajo el nivel del mar, el túnel conecta Folkestone, en el Reino Unido, con Coquelles, cerca de Calais en Francia, lo cual permite que millones de pasajeros y toneladas de mercancías fluyan entre los dos países de manera rápida y eficiente cada año.
El Eurotúnel, una maravilla de la ingeniería contemporánea, posee características únicas que lo distinguen como una de las obras de infraestructura más complejas y avanzadas del mundo. Entre sus rasgos más destacados se encuentran:
Tiene 4,8 metros de ancho para circulación de vehículos eléctricos. Foto: Colegio de Ingenieros de Chile
La concepción de un túnel que atravesara el Canal de la Mancha se remonta a principios del siglo XIX, cuando visionarios de la época empezaron a soñar con una conexión directa y permanente entre Gran Bretaña y el continente europeo. Aunque inicialmente estas ideas parecían más fantasías que proyectos viables, no tardaron en tomar forma en propuestas concretas que, sin embargo, enfrentaron repetidos rechazos debido a preocupaciones políticas y militares.
Cada día recorren 400 trenes. Foto: Colegio de Ingenieros de Chile
No fue sino hasta la década de 1980 que la idea ganó un nuevo impulso gracias a un clima político más favorable y la creciente necesidad de facilitar el transporte y el comercio entre el Reino Unido y Europa. Finalmente, el 12 de febrero de 1986, Francia y el Reino Unido firmaron el Tratado de Canterbury, que sentó las bases legales y técnicas para la construcción del Eurotúnel, para así marcar el inicio oficial de uno de los proyectos más ambiciosos y transformadores de la ingeniería moderna.
Tiene una profundidad de 75 metros bajo el nivel del mar. Foto: Colegio de Ingenieros de Chile