La creciente preocupación en Europa por el cambio climático y el agotamiento de los recursos fósiles ha impulsado la búsqueda de nuevas fuentes de energía. A nivel global, la innovación tecnológica desempeña un papel fundamental en la creación de alternativas sostenibles. En este contexto, surge una solución innovadora capaz de convertir el tráfico vehicular en una fuente de energía limpia.
Con el aumento de la población y la demanda energética, se requieren nuevas respuestas que puedan mitigar los efectos negativos de las emisiones contaminantes. El tráfico, generalmente visto como una fuente de polución, podría convertirse ahora en una herramienta clave para la producción de electricidad mediante aerogeneradores compactos.
Uno de los países que ha decidido liderar este cambio es España, donde se implementará una tecnología capaz de transformar el viento generado por los vehículos en electricidad. La clave de esta transformación reside en un innovador sistema de aerogeneradores que, ubicados estratégicamente a lo largo de las carreteras, utilizarán el flujo de aire causado por los automóviles para producir energía. Estos dispositivos podrían abastecer hasta dos hogares por cada turbina, lo que representa una alternativa eficiente a los paneles solares y otras formas de energía renovable.
El dispositivo desarrollado por Deveci Tech, transforma el impulso de los vehículos y los almacena en turbinas. Foto: Ecoinventos
Este sistema responde a una necesidad urgente de encontrar alternativas a los combustibles fósiles, que no solo son limitados, sino que también generan una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Además, España se enfrenta a un incremento en la demanda de electricidad, y esta solución puede ayudar a cubrir esas necesidades sin aumentar las emisiones de dióxido de carbono, favoreciendo la transición hacia una energía limpia y sostenible.
El dispositivo que está revolucionando esta industria es el aerogenerador Enlil, diseñado por la empresa turca Deveci Tech. Este aerogenerador compacto y vertical se instala en las carreteras y se activa con el viento generado por los vehículos en movimiento. A diferencia de los aerogeneradores tradicionales, que requieren grandes espacios y altas velocidades de viento, es capaz de funcionar en entornos urbanos con un tráfico fluido.
La tecnología depende de mantener un tráfico fluido y ofrece varias ventajas, como la medición de la calidad del aire y la gestión del tráfico. Foto: Pexels
Las aspas del Enlil, diseñadas de forma curva y delgada, captan el viento generado por los vehículos de combustión y eléctricos al desplazarse a alta velocidad. La primera instalación de esta tecnología se realizó en Estambul, donde se comprobó que una sola turbina puede generar hasta 1 kWh de electricidad por hora. Además de generar energía, estas turbinas pueden integrarse con paneles solares para maximizar la producción y contribuir aún más a la reducción de emisiones. Una turbina con un panel solar adicional puede generar suficiente electricidad para dos hogares al día.
La implementación de esta tecnología en España representa una ventaja significativa en la transición hacia energías renovables. El aerogenerador Enlil no solo produce electricidad limpia, sino que también incorpora tecnología SMART, que permite medir la calidad del aire y gestionar el tráfico en tiempo real. Esta capacidad de análisis puede ser crucial en la gestión de grandes ciudades y autovías, donde el tráfico es constante y su uso puede ser optimizado para maximizar la producción energética.
Sin embargo, uno de los retos más importantes es asegurar que el tráfico sea fluido, ya que el funcionamiento de las turbinas depende de la velocidad de los vehículos. Atascos prolongados o el tráfico lento pueden reducir la eficiencia del sistema. A pesar de esto, el potencial de esta tecnología es enorme y, con una planificación adecuada, podría contribuir significativamente al desarrollo de un sistema energético más limpio y eficiente en España.