China es el país con la mayor cantidad de rascacielos del mundo. Supera a Estados Unidos y a otras naciones de Europa por sus megaconstrucciones. Una de ellas es considerada la tercera más alta del planeta y resalta por ser una obra referente en sostenibilidad.
Tiene una altura total de 632 metros. Así, duplica en tamaño a la Gran Torre de Santiago (300 metros), la cual resalta actualmente por ser la edificación más alta de Sudamérica. Por si esto fuera poco, puede resistir terremotos de hasta 9 grados de la escala de Richter, ya que se instalaron un total de 980 pilotes a una profundidad superior a los 85 metros y se vertió hormigón para asegurar la base del edificio principal.
La Torre de Shanghái, inaugurada en 2015, se encuentra en la zona financiera y comercial de Lujiazui, en la zona de Pudong, uno de los distritos económicos más relevantes a nivel mundial. La cercanía de este lugar a las orillas del río Huangpu, que atraviesa la metrópolis china, llevó a los ingenieros a diseñar una cimentación especial debido a las condiciones blandas del terreno.
Este impresionante edificio de China se encuentra acompañado por otros íconos arquitectónicos como la Oriental Pearl Radio & Television Tower o la Jin Mao Tower. Todos estos rascacielos forman un conjunto que dota al distrito de un skyline característico y futurista.
La Torre de Shanghái ofrece una sorprendente vista de la ciudad. Foto: Francisco Claros/La República
El promotor del proyecto fue Shanghái Tower Construction & Development. Las obras de construcción se iniciaron en 2008 y se implementó una metodología constructiva innovadora que consistió en la división de los equipos en áreas específicas, como el podio, el muro cortina y la torre.
En cuanto a su altura, la Torre de Shanghái mide 632 metros y se destaca por sus tres programas o usos divididos en nueve zonas. Estas incluyen 70 plantas de oficinas, 18 plantas de hotel —el más alto del mundo, operado por Jin Jiang International Hotels— con un mirador, restaurante, cafetería y tienda de suvenires.
Además, el edificio cuenta con un amortiguador de masa en su cima, que pesa 1.500 toneladas y ayuda a ralentizar la percepción de movimiento. El equipo de arquitectos optó por distribuir los servicios en zonas de 12 a 15 plantas, a fin de albergar las funciones electromecánicas necesarias para cada programa. Esta separación facilita la circulación diaria de aproximadamente 30.000 personas, entre oficinistas y huéspedes.
En la base del rascacielo de China se encuentra un podio de seis plantas que alberga tiendas, un centro de conferencias, restaurantes, cafeterías, acceso directo a una parada de metro y un aparcamiento subterráneo con capacidad para 1.800 vehículos.
La Torre de Shanghái cuenta con 128 pisos y está abierta al público para que puedan disfrutar de la vista que ofrece. Foto: Francisco Claros/La República
Además, la Torre de Shanghái cuenta con 106 ascensores que conducen a uno de los cinco lobbies ajardinados distribuidos en el edificio. También registra 128 pisos y el público en general puede disfrutar de la vista que ofrece, aunque únicamente desde los observatorios de los pisos 118 o 119.
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Si bien la Torre de Shanghái es el rascacielo más alto de China, no es el de mayor estatura del mundo. Existen otros dos que lo superen en tamaño. Estos se encuentran en Emiratos Árabes Unidos y Malasia, respectivamente.