Escribe: Roberto Barreto F.
Desde el 1 de octubre de este 2024, Claudia Sheinbaum se convertirá en la primera mujer que presidirá México por los próximos seis años.
Sheinbaum tendrá como ventaja que en su periodo habrá mayoría calificada partidaria en la Cámara de Senadores y Diputados, por lo que podría cumplir un plan programático, de acuerdo a sus planteamientos, sin una oposición severa.
No obstante, se debe tener en cuenta que México se encuentra en un fuerte periodo de violencia social y política, que no fue resuelto por su antecesor y cercano, AMLO. Este será uno de los principales desafíos que enfrentará Sheinbaum. Pero hay otros también de gran importancia. En esta nota hablaremos sobre ellos.
Para Alonso Cárdenas, profesor de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz Montoya, existen cuatro desafíos principales que Claudia Sheinbaum deberá superar o afrontar con una eficaz gestión política cuando asuma la presidencia de México.
El primero guarda relación con el evidente problema de seguridad que vive el país norteamericano, en el que el narcotráfico y la violencia son temas del día. Añade que en la actualidad México es uno de los países más violentos del mundo y que al año se registran más de 30.000 asesinatos.
“De las 12 ciudades más violentas del mundo, 10 están en México. Es un tema que el presidente López Obrador no pudo resolver. Los carteles de la droga cada vez están más empoderados; Hay toda una industria del crimen cada vez más potente y AMLO en estos seis años no pudo abordar”, explicó Cárdenas a La República.
Asimismo, sostiene que si bien es positivo para Sheinbaum que su partido también haya arrasado en las elecciones en la Cámara de Senadores y Diputados porque seguirán un plan sin tantos obstáculos, puede que tanto poder en su grupo político termine siendo contraproducente. Por ello, deberá tener un manejo político idóneo.
“Nosotros en América Latina tenemos muy malas experiencias cuando un Gobierno o una figura política concentra todo el poder sin los contrapesos necesarios. La presidenta va a tener que hacer un gran trabajo para controlar a su partido porque las expectativas son bastante altas y no va a haber excusa para no ejecutar el plan de Gobierno”, mencionó.
Otro asunto fundamental es la relación que tendrá México con Estados Unidos a partir del próximo año, ya que en caso de que Donald Trump regrese al poder (las elecciones serán el martes 5 de noviembre), la presidenta mexicana tendría que hilar “muy fino”.
Por último, la gobernante tendrá como reto mostrarse consecuente con sus ideales respecto al medioambiente y el cambio climático, ya que dichos temas están relacionados con sus trabajos previos y siempre ha hecho énfasis sobre esos problemas.
“El perfil de la presidenta electa es muy cercano a las ciencias; ella es una científica muy reconocida; mucha de su trayectoria y de sus investigaciones académicas han estado vinculadas con el medioambiente, aspectos de cambio climático, y México ha sido en los últimos años muy golpeado por efectos climáticos extremos como el calor”, finalizó Cárdenas.