La situación entre Rusia y Estados unidos prevalece, después que se presumiera el lanzamiento de un arma que desplegó en la misma órbita que un satélite del Gobierno.
"Rusia lanzó un satélite a la órbita terrestre baja, que evaluamos sea probablemente un arma contraespacial, presumiblemente capaz de atacar otros satélites en la órbita terrestre baja", declaró el portavoz del Pentágono, el general de la Fuerza Aérea Pat Ryder, en una rueda de prensa el martes por la noche.
El general de la Fuerza Aérea Pat Ryder. Foto: 20 Minutos
El arma antiespacial rusa, lanzada el 16 de mayo, fue desplegada "en la misma órbita que un satélite del Gobierno estadounidense", según declaró Ryder. Añadió que Washington continuará vigilando la situación y está preparado para proteger sus intereses.
"Tenemos la responsabilidad de estar preparados para proteger y defender el dominio espacial", agregó el portavoz.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se negó a comentar cuando se le preguntó sobre los informes de que Moscú había lanzado un arma espacial.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Foto: TASS
"No puedo comentar sobre esto de ninguna manera. Actuamos absolutamente de acuerdo con el derecho internacional, no violamos nada y hemos abogado repetidamente por la prohibición de cualquier arma en el espacio", dijo en una conferencia de prensa en Moscú.
"Desafortunadamente, estas iniciativas nuestras fueron rechazadas, incluso por Estados Unidos", añadió.
El martes, Moscú acusó a Estados Unidos de querer desplegar armas en el espacio después de que Washington vetara una moción rusa sobre no proliferación en las Naciones Unidas.
Estados Unidos de querer desplegar armas en el espacio. Foto: Cadena SER
"Han demostrado una vez más que sus verdaderas prioridades en el espacio exterior no están dirigidas a mantener el espacio libre de armas de ningún tipo, sino a colocar armas en el espacio y convertirlo en un escenario de confrontación militar", dijo en un comunicado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajarova.
En los últimos meses, las dos superpotencias se han acusado mutuamente de intentar militarizar el espacio. En este contexto, Washington y Moscú han presentado propuestas distintas de no proliferación ante las Naciones Unidas.
El lanzamiento ocurrió a poco menos de un mes después de que Moscú bloqueara en las Naciones Unidas una resolución promovida por Estados Unidos y Japón. Dicha resolución tenía como objetivo evitar que las potencias mundiales iniciaran una peligrosa carrera armamentista nuclear en el espacio exterior.
En particular, la iniciativa instaba a los países a abstenerse de desarrollar o desplegar armas nucleares u otras armas de destrucción masiva en el espacio, según lo prohibido por el tratado internacional de 1967, y a aceptar las verificaciones para asegurar su cumplimiento.
La votación, realizada el 24 de abril, concluyó con 13 votos a favor, una abstención de China y una oposición de Rusia. Moscú consideró la resolución politizada y argumentó que no era lo suficientemente estricta en la prohibición de todo tipo de armas en el espacio.
La embajadora de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad, Linda Thomas-Greenfield, señaló que la postura adoptada por Vladimir Putin generaba dudas sobre los posibles planes secretos de su administración. Esto contrastaba con las declaraciones públicas del mandatario, quien negaba tener tales intenciones.