El enigma del tesoro de Atahualpa ha suscitado interés tanto en historiadores como en aventureros durante mucho tiempo. A diferencia de lo que algunos puedan pensar, este tesoro no se encuentra en Perú, sino en otro país de Sudamérica. Esta área ha sido testigo de numerosas expediciones en busca del oro perdido que el último emperador inca, Atahualpa, prometió a los conquistadores españoles bajo el mando de Francisco Pizarro.
Este tesoro, compuesto por toneladas de oro y plata, fue escondido por el general inca Rumiñahui tras la ejecución de Atahualpa. La leyenda cuenta que el inca arrojó el botín en las aguas de una laguna. Un documental relata la expedición del fotógrafo Jorge Juan Anhalzer en busca de esta riqueza. Este explora nuevas pistas y caminos en una de las regiones más inhóspitas de Sudamérica.
Atahualpa terminó asesinado pese a querer dar oro y plata para su liberación. Foto: La Hora
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Ecuador es el país sudamericano que alberga la enigmática región de los Llanganates, donde se encontraría escondido el tesoro de Atahualpa, según el documental ecuatoriano ‘Llanganati’, citado por El País.
Este tesoro, está oculto en las profundidades de la cordillera de los Andes y ha sido objeto de numerosas búsquedas y especulaciones. La región de los Llanganates, que incluye el parque nacional del mismo nombre, se extiende entre las provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Pastaza y Napo. Con un terreno montañoso y una densa vegetación, visitar este lugar requiere preparación y valentía.
Esta parte del tesoro de Atahualpa nunca habría llegado a manos de los españoles. Foto: @karitupl_/X
Para los interesados en explorar los Llanganates, es recomendable contratar guías locales experimentados. Las rutas de senderismo son exigentes y el clima puede cambiar rápidamente, lo que aumenta el riesgo de perderse o enfrentar condiciones adversas. Sin embargo, su belleza natural, con sus lagunas y paisajes andinos, ofrece una experiencia única para los aventureros.
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El oro de Atahualpa llegó a Ecuador como parte de un intento desesperado del emperador inca por negociar su libertad con los conquistadores españoles. Capturado en Cajamarca, Perú, ofreció llenar una habitación con oro y plata como rescate. Aunque los españoles aceptaron la oferta, Atahualpa fue ejecutado antes de ser liberado. Enterado de la traición, el general inca Rumiñahui habría ocultado el tesoro restante en los Llanganates.
Los españoles, liderados por Francisco Pizarro, se llevaron una cantidad significativa de oro y plata del rescate inicial. Este botín fue fundido y distribuido entre los conquistadores, lo que representa uno de los mayores tesoros obtenidos durante la conquista del Tahuantinsuyo. Sin embargo, la mayor parte de la riqueza prometida por Atahualpa nunca llegó a manos españolas y estaría escondido en Ecuador.
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El documental ‘Llanganati’, dirigido por Isabel Dávalos, sigue la expedición del fotógrafo ecuatoriano Jorge Juan Anhalzer en su búsqueda del tesoro de Atahualpa. Él, junto con un equipo de 8 personas, exploró los escarpados riscos y laderas de los Llanganates durante 15 días. Equipados con mapas históricos y fotografías aéreas, el grupo siguió un nuevo camino que podría conducir al legendario botín inca.
A lo largo del documental, se muestra la belleza inhóspita de los Llanganates y los desafíos que enfrentó la expedición, desde la densa neblina hasta el agotamiento de suministros. Aunque el equipo arribó a una laguna que, según la leyenda, esconde el tesoro, la falta de tiempo y recursos les impidió buscarlo exhaustivamente.
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La conquista española del Tahuantinsuyo comenzó en 1532 con la llegada de Francisco Pizarro a Cajamarca, Perú. Los europeos capturaron al emperador inca Atahualpa, quien ofreció un cuantioso rescate en oro y plata.
A pesar de cumplir con su promesa, Atahualpa fue ejecutado, lo que marcó el inicio de la conquista española y el desmantelamiento del Imperio inca.
La captura de Atahualpa. Pintura: Juan Lepiani
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Atahualpa, uno de los últimos emperadores incas, gobernaba un vasto imperio que abarcaba gran parte de Sudamérica, como Ecuador, Perú y Chile. Su captura y ejecución por los españoles representó el fin de una era. Atahualpa fue ejecutado el 26 de julio de 1533 tras ser acusado de idolatría y otros delitos.
Atahualpa nació alrededor del año 1500, en Quito, y fue hijo del emperador Huayna Cápac. Foto: difusión
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El oro rescatado por Atahualpa fue fundido y repartido entre los conquistadores españoles. Este tesoro, valorado en millones de pesos españoles en aquella época, fue uno de los mayores botines obtenidos durante la conquista. Sin embargo, una gran parte de la riqueza prometida nunca fue encontrada y permanecería oculto en los Llanganates, Ecuador.
El oro de Atahualpa fue repartido entre los españoles. Foto: Radio Folk Perú
Durante los siglos XVI y XVII, los españoles extrajeron grandes cantidades de oro y plata de sus colonias en América, especialmente de regiones como Perú (con minas en Potosí) y México. Este proceso de extracción fue realizado principalmente a través del sistema de encomiendas y de la explotación de la mano de obra indígena y africana.
El oro y la plata eran transportados a España mediante las flotas del tesoro, que consistían en convoyes de barcos fuertemente custodiados que cruzaban el Atlántico. Estos convoyes solían partir de puertos como Veracruz en México y Cartagena en Colombia, rumbo a la península ibérica.
El fin del imperio incaico se dio por varios acontecimientos históricos. En 1532, Francisco Pizarro y su pequeño contingente de soldados españoles capturaron a Atahualpa en la ciudad de Cajamarca. Este evento se produjo en un contexto de inestabilidad, ya que Atahualpa derrotó a su medio hermano Huáscar en una guerra civil por la sucesión al trono incaico. A pesar de ofrecer un cuantioso rescate en oro y plata, Atahualpa fue ejecutado en 1533, acusado de traición y otros cargos por los conquistadores españoles.
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Tras la muerte de Atahualpa, los españoles avanzaron hacia Cuzco, la capital del imperio incaico, y la tomaron en noviembre de 1533 con la ayuda de aliados indígenas que eran enemigos de los incas. La captura de Cuzco fue un golpe devastador para la estructura del poder incaico. Sin embargo, la resistencia no terminó allí. Manco Inca, nombrado por los españoles como un gobernante títere, se rebeló y lideró una resistencia en la región de Vilcabamba, estableciendo una base de resistencia en 1537.
La resistencia liderada por Manco Inca continuó con tácticas de guerra de guerrillas contra los españoles. A pesar de sus esfuerzos, Manco Inca fue asesinado en 1544, pero su legado de resistencia persistió bajo sus sucesores. La lucha incaica alcanzó su fin en 1572, cuando Túpac Amaru I, el último gobernante de Vilcabamba, fue capturado y ejecutado por las fuerzas españolas. Esta ejecución marcó el fin de la resistencia inca organizada y el colapso definitivo del imperio incaico.
Estos eventos, desde la captura de Atahualpa hasta la muerte de Túpac Amaru I, reflejan el proceso gradual pero inexorable de la conquista española y la desintegración del imperio incaico. La combinación de conflictos internos, tácticas militares españolas y la colaboración de aliados indígenas facilitó la caída de uno de los imperios más poderosos de América del Sur.
El Parque Nacional Llanganates, situado en Ecuador, es históricamente significativo debido a su asociación con la leyenda del tesoro perdido de Atahualpa. Durante la conquista española, el emperador inca Atahualpa fue capturado por los conquistadores liderados por Francisco Pizarro en 1532. Atahualpa ofreció llenar una habitación con oro y dos con plata a cambio de su liberación, pero fue ejecutado antes de que se completara el rescate, y se cree que el tesoro restante fue escondido para evitar que cayera en manos españolas.
El Parque Nacional Llanganates es considerado uno de los posibles lugares donde este tesoro podría estar oculto. La inaccesibilidad y el terreno difícil del parque han mantenido vivo el misterio durante siglos, atrayendo numerosas expediciones en busca de la riqueza perdida. Según la leyenda, los incas llevaron el tesoro a los remotos Llanganates para esconderlo de los españoles, lo que ha convertido al parque en un punto focal para exploradores y aventureros.
Además de su conexión con el tesoro de Atahualpa, el Parque Nacional Llanganates tiene una gran importancia cultural e histórica. Las historias y mitos relacionados con el parque forman parte del patrimonio oral de las comunidades locales, enriqueciendo la cultura y tradiciones de la región. Este vínculo con la historia de la conquista española y las continuas búsquedas del tesoro perdido han hecho del parque un lugar fascinante tanto para historiadores como para aventureros.
Colonización de América. Foto: Enciclopedia.