Pakistán se mantiene en alerta después de que este último viernes 29 dos atentados suicidas contra mezquitas acabara con la vida de al menos 52 personas y dejara más de 50 heridos. De acuerdo con la agencia AFP, los ataques se realizaron con bombas durante una época en la que se conmemora el natalicio del profeta Mahoma.
El primero ocurrió en los alrededores de una mezquita en el distrito de Mustang, en la provincia sureña de Baluchistán. Según EFE, el atacante suicida se inmoló en el lugar, repleto de personas que se preparaban para la celebración de Eid-e-Miladun Nabi, una de las fechas más auspiciosas para los musulmanes. Varios policías, incluido un oficial de alto rango, se encuentran entre las víctimas mortales. Este, según las autoridades, intentó detener el atentado.
Personal médico y voluntarios transportan en una camilla a una víctima de una explosión en una mezquita en Pakistán. Foto: AFP
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La segunda explosión, apenas unas horas después de la primera, se registró en otra mezquita de la ciudad de Hangu. Las autoridades señalan que en esta participaron al menos dos atacantes, quienes, durante sermón, momento en el que se encontraba un mayor número de creyentes, procedieron con el devastador estallido.
Tras este lamentable hecho que ha enlutado Pakistán, el ministro del Interior interino, Sarfraz Bugti, condenó en la plataforma X (anteriormente Twitter) “el atroz ataque en Mastung” y aseguró que el Gobierno empleará todos los recursos disponibles para garantizar atención a las víctimas y mejorar la seguridad en el país.
De momento, ningún grupo terrorista se ha adjudicado ninguno de los dos atentados.
Los equipos de rescate llevan a cabo operaciones tras la explosión de una bomba suicida en una mezquita en Pakistán. Foto: AFP
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Sobre una cama del hospital de la ciudad de Mastung, Najeeb Ullah recuerda los que pudieron ser sus últimos momentos con vida. Él logró sobrevivir al letal atentado contra la mezquita Madina.
“Nos habíamos reunido frente a la mezquita de Madina cuando oí la explosión y de repente todo era polvo, se extendió por todos lados”, relató a EFE Ullah sobre los segundos antes de resultar herido.
El ahora sobreviviente añadió que, luego de la detonación, no pudo abrir los ojos hasta que logró ser trasladado a la cama de un hospital.
Con información de EFE Y AFP