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Italia: Silvio Berlusconi marcó una época de la historia política y empresarial

Duelo en Italia. Fue primer ministro de Italia. Durante cinco décadas cambió la manera de hacer política en Europa y dejó huella en el mundo de los deportes y de la comunicación.

larepublica.pe
El Cavaliere. El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi falleció a los 86 años acompañado por sus cinco hijos. Foto: difusión

Marta Rullán. EFE

Silvio Berlusconi murió rodeado por sus cinco hijos, su hermano Paolo y su compañera Marta Fascina, 53 años más joven que él, en el hospital San Raffaele de Milán, donde volvió a ingresar el pasado viernes tras una breve pausa, ya que había permanecido hospitalizado 44 días después de que se revelase que padecía una leucemia desde hace tiempo.

El magnate, que tras ser un empresario de éxito revolucionó la política en la década de los años 90, cuando al frente de la conservadora Forza Italia (FI) se convirtió en el precursor del populismo, será despedido en unos funerales de Estado el miércoles en la catedral de Milán, su ciudad natal y donde forjó todos sus logros.

A pesar de que su vida estuvo salpicada de polémicas, desde sus famosas fiestas con jovencitas hasta sus posibles vínculos con la mafia, hoy tanto rivales como aliados quisieron recordar su faceta “histórica”.

Silvio Berlusconi era amante de las cirugías estéticas. Foto: El Periódico

“Era sobre todo un luchador, un hombre que nunca tuvo miedo de defender sus convicciones, con coraje y determinación”, aseguró la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien lo consideró “uno de los hombres más influyentes de la historia de Italia”.

Tanto Meloni, líder de los ultraderechistas Hermanos de Italia, como su vicepresidente Matteo Salvini, al frente de la también ultraderechista Liga, y ambos los socios de Berlusconi en la actual coalición de Gobierno de centro-derecha, cancelaron su agenda, mientras que la Cámara de Diputados ha suspendido sus sesiones y el Senado, al que Berlusconi volvió en octubre pasado tras 9 años de inhabilitación, ha colocado la bandera a media asta.

Además de la conmoción política y social causada por la muerte de Berlusconi, no menor por esperada, su fallecimiento hace temblar su imperio económico, que tendrá que repartirse entre sus cinco hijos, pero también a su partido, Forza Italia, que no tiene un claro heredero.

La muerte de uno de los hombres más ricos del país será un terremoto para Fininvest, con 5.000 millones de euros de facturación y más de 20.000 empleados y dividido en 7 holdings, 4 de ellos en manos de el Cavaliere, lo que supone el 60% del imperio y que ahora tendrá que ser repartido entre sus cinco hijos.

Actualmente, los dos hijos de su primer matrimonio ,Marina y Piersilvio, retienen el 8 % cada uno; y los de su segundo, Bárbara, Luigi y Eleonora, suman el 22 %, mientras que el patrimonio de Berlusconi está valorado, según Forbes, en 7.000 millones de euros.

El magnate y su joven e inseparable compañera, Marta Fascina, se dieron el “sí quiero” el 17 de marzo del 2022 con una boda simbólica ante sus más allegados en la villa Gernetto, una enorme mansión del siglo XVIII en la localidad de Lesmo (norte), porque, según algunos medios, no les dejaron casarse para evitar problemas con la herencia.

Berlusconi también fue un hombre de fútbol. La impronta que deja en el deporte rey, rubricada con un Milan histórico que gobernó durante 31 años (1986-2017), no tiene parangón con muchas otras obras de arquitectura futbolística. Aquel Milan campeón con el ganó 28 títulos.

Numerosos procesos judiciales y varias condenas

Durante su trayectoria como empresario y político, Silvio Berlusconi se enfrentó a numerosos procesos judiciales, alguno de los cuales concluyó con sentencias de condena para el ex primer ministro italiano.

El 7 de Julio del 2006, un juez decide abrir juicio contra Berlusconi por el caso Mediaset, por delitos de fraude fiscal, falsedad en balance, apropiación indebida y blanqueo de dinero en relación con la adquisición en 1994 por parte de Mediaset de unos derechos cinematográficos y de televisión estadounidenses.

El 2012 fue condenado a cuatro años por el caso Mediaset (rebajada a un año por la ley de indulto). El 2013 fue condenado a un año de cárcel por el caso Unipol y a siete años de prisión por el caso Ruby.