“Resistimos al terrorismo internacional y también defenderemos a los habitantes del Donbás y garantizaremos nuestra seguridad”, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la celebración anual por el Día de la Victoria ante miles de personas que se agolpaban en las calles de la Plaza Roja, en el centro de Moscú.
A más de un año del inicio de la guerra de Ucrania, el líder ruso acusó a las potencias occidentales de “imponer su voluntad, sus derechos, sus reglas” y de provocar “conflictos sangrientos y golpes de Estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo”.
A propósito de la conmemoración, La República conversó con el embajador ruso en Perú, Igor Romanchenko, quien acusó a Ucrania por reescribir “la historia de su propio país, pisoteando la memoria de sus compatriotas que lucharon contra el nazismo”. Asimismo, se refirió respecto a las lecciones históricas de la Segunda Guerra Mundial, el reciente ataque al Kremlin y cómo cambió el mundo tras el trágico suceso.
—¿Cuál es la importancia del 9 de mayo para Rusia y el mundo?
—Es imposible exagerar la importancia para Rusia y el mundo entero del 9 de mayo, Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial. Durante la mayor guerra en la historia de la humanidad, el objetivo de eliminar la máquina fascista-militarista y el sistema político de los países del bloque nazi fue completamente resuelto por los esfuerzos conjuntos y la hazaña sacrificial común de los aliados. La derrota de la Alemania nazi hizo posible salvar a naciones enteras de la esclavitud y el exterminio físico, evitar la desaparición de muchos estados y preservar la civilización mundial. Este acontecimiento de trascendencia histórica mundial abrió nuevos caminos de progreso social para la humanidad salvada, la perspectiva de una paz justa y duradera en el planeta. Además, se crearon las condiciones para la formación del orden mundial, en el que se basa desde entonces toda la comunidad mundial, apoyado en la Organización de Naciones Unidas. Un resultado importante de la derrota de la Alemania nazi y sus aliados fue el colapso del sistema colonial.
La Segunda Guerra Mundial se desembocó de manera más feroz y a gran escala en el frente soviético-alemán: alrededor del 70% de todas las divisiones alemanas operaron aquí, y fue la URSS la que hizo la contribución decisiva a la victoria sobre el nazismo (que fue repetidamente reconocido por todos los aliados), destruyendo las tres cuartas partes del potencial militar de Hitler. Nuestro pueblo logró la victoria a un costo enorme: más de 27 millones de ciudadanos soviéticos fallecieron en esta guerra brutal.
En Rusia, el Día de la Victoria es una fiesta sagrada, porque los acontecimientos de esos terribles años afectaron a casi todas las familias. Este día todos los ciudadanos de nuestro país están de luto por los caídos y recuerdan la hazaña inmortal de sus padres y abuelos que derrotaron al Reich alemán y salvaron al mundo de la "plaga marrón".
PUEDES VER: Zelenski dice que Rusia será derrotada “igual que el nazismo” en la Segunda Guerra Mundial
—Se cumple 78 años de la rendición de la Alemania nazi, ¿cuáles son las lecciones históricas en un contexto de tensiones con occidente y la guerra de Ucrania?
—De los resultados y consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, la humanidad ha aprendido lecciones históricas duraderas, olvidar las cuales sería una terrible tragedia. Cualquier problema global debe superarse solo mediante esfuerzos conjuntos, incluso las contradicciones graves deben resolverse a base del diálogo y el respeto mutuo. La ausencia de un sistema de seguridad colectiva, una crisis de confianza entre los estados dan lugar a una situación de una progresiva involucración de la humanidad a una guerra o conflictos locales.
La Segunda Guerra Mundial estalló cuando Occidente rechazó las propuestas de seguridad colectiva de Moscú, y siguió enfrentando a la Alemania de Hitler, a la que consideraba más europea, "civilizada", contra la "salvaje" Unión Soviética. Ahora, esa estrategia se repite en relación con Ucrania, tradicionalmente hermana para nosotros, que se ha convertido en una anti-Rusia, un trampolín para la destrucción de nuestro país.
El nazismo trajo una tragedia sin precedentes a los pueblos del mundo y de Europa. El continente más ilustrado enfrentó la barbarie más sofisticada, la agresión y el Holocausto, el exterminio deliberado de millones de personas por motivos étnicos: eslavos, judíos, gitanos. En una lucha con tal enemigo, no era posible ningún acuerdo ni reconciliación, la derrota significaba la pérdida de la soberanía nacional, el sistema estatal y el exterminio físico.
Rusia advertía a la comunidad mundial durante años sobre el peligro de un resurgimiento del nazismo. Hablamos sobre el hecho de que las lecciones de la masacre más terrible en la historia de la humanidad no deban ser olvidadas ni reescritas, ya que esto conducirá inevitablemente a la repetición de la tragedia. Como vemos hoy, nuestra predicción, por desgracia, estaba justificada.
En Occidente optaron por ignorar las lecciones de la Segunda Guerra Mundial, así como la contribución decisiva de la URSS a la victoria sobre el nazismo.
Ahora Europa parece haber regresado hace ocho décadas: los fascistas están en el auge, se consideran normal la discriminación y las masacres basadas en la nacionalidad, el idioma y la religión, están en operación en las estepas ucranianas los militantes y vehículos blindados con símbolos de las unidades de las SS prohibidos por el Tribunal de Núremberg. Los nazis y sus seguidores están elevados al rango de héroes nacionales. Se desprestigia la hazaña del Ejército Rojo, se profanan las tumbas militares soviéticas, se destruyen y se demuelen los monumentos conmemorativos. Se falsifica la historia para adaptarla a las tendencias de la situación política, se intenta igualar las víctimas y los verdugos, los vencedores y los vencidos.
Lo hacen nuestros antiguos aliados no por casualidad: al borrar la imagen de Rusia como salvadora de la humanidad del nazismo de la memoria de la comunidad mundial, podrán finalmente justificar sus acciones para instigar el conflicto actual en Ucrania.
—Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, ¿cómo cambió el mundo y el nuevo orden mundial?
—Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, gracias a los esfuerzos conjuntos de los pueblos vencedores, se creó el sistema de Yalta-Potsdam centrado en la ONU. La propia ONU, representando el verdadero multilateralismo, adquirió un papel central y coordinador en la política mundial para prevenir conflictos al armonizar las relaciones entre los estados y crear un sistema de seguridad colectiva, lo que permitió a la comunidad mundial evitar un nuevo conflicto militar global durante décadas. El principal órgano encargado de mantener la paz fue el Consejo de Seguridad, cuyas decisiones solo pueden tomarse como resultado del pleno consenso entre los miembros permanentes.
Sin embargo, pronto los países occidentales, preocupados por el fortalecimiento de la URSS, desencadenaron la Guerra Fría contra ella. El ex primer ministro británico Winston Churchill, en su famoso discurso de Fulton de 1946, llamó a Estados Unidos a cooperar ante el peligro inminente de la URSS, que supuestamente buscaba “la difusión ilimitada de su poder y sus doctrinas”. Las crecientes contradicciones entre los bloques comenzaron a socavar el sistema de relaciones internacionales de Yalta-Potsdam.
—¿Qué significado tiene el ataque al Kremlin con drones en el marco de la fecha y la seguridad del desfile que cada año se realiza? El portavoz Dimitri Peskov ha confirmado la presencia del presidente Vladimir Putin durante el desfile militar, ¿qué anuncios dará?
—Condenamos enérgicamente los intentos de actos terroristas cometidos la noche del 3 de mayo contra el Kremlin de Moscú utilizando aviones no tripulados. No cabe duda de que detrás de ellos está el régimen de Kiev, que desde hace tiempo y de forma deliberada apoya y utiliza métodos terroristas contra infraestructuras civiles y ciudadanos.
“Simbólicamente”, esta acción tan ingrata ha sido realizada en vísperas del Día de la Victoria y las festividades del 9 de mayo. Esto facilitó a que todo el mundo se diera cuenta de que en Ucrania con el apoyo de Occidente cultiva el neonazismo, el régimen de Kiev reescribe la historia de su propio país, pisoteando la memoria de sus compatriotas que lucharon contra el nazismo y fallecieron liberando al mundo de la “plaga marrón”. Esto demuestra una vez más que las medidas tomadas por Rusia en el marco de la operación especial militar son necesarias y correctas.
El Desfile de la Victoria es el evento principal del programa de la celebración anual de la Victoria en la Gran Guerra Patria, su objetivo es demostrar la conexión del presente con el pasado, materializar la continuidad de las generaciones y preservar la memoria histórica de las hazañas heroicas de nuestros antepasados. El primer Desfile de la Victoria tuvo lugar el 24 de junio de 1945. A cada desfile asiste el Presidente de Rusia, quien, como Comandante en Jefe Supremo y se dirige a los participantes con un discurso de saludo.