El Gobierno de Venezuela informó, mediante un comunicado, que fue invitado por China a participar en el proyecto de la Estación Internacional de Investigación Lunar (EIIL), que servirá para "estudiar la evolución" de la Luna y para "buscar otro planeta apropiado para los humanos".
"Recibimos con beneplácito la invitación del Gobierno de la República Popular China para participar en el proyecto de la Estación Internacional de Investigación Lunar, pasando así a ser el primer país invitado a unirse a este importante proyecto", dijo Venezuela en un escrito difundido por la Cancillería.
PUEDES VER: ChatGPT: ¿cuál es el impacto de esta 'revolucionaria' tecnología en los trabajos en América Latina?
El Ejecutivo de Nicolás Maduro aseguró que esta invitación es "un reconocimiento a los esfuerzos que ha realizado el Gobierno bolivariano en favor del desarrollo científico".
Además, dijo que tiene "gran expectativa" sobre los resultados de una reciente reunión celebrada entre la Agencia Bolivariana de Actividades Espaciales (ABAE) y el Laboratorio Nacional de Exploración del Espacio Profundo (DSEL) de China, de la que no ofreció mayores detalles.
Finalmente, Venezuela reiteró los lazos de "sincera hermandad, amistad y solidaridad" que unen al país caribeño con el gigante asiático, y su compromiso de seguir profundizando la "asociación estratégica" entre ambas naciones.
China anunció el año pasado la aprobación de la cuarta fase de su programa de exploración lunar, que incluye la construcción de esta base de exploración científica en el polo sur del satélite junto con Rusia.
PUEDES VER: Tren de Aragua: ¿cómo funciona la banda criminal venezolana que se ha expandido por América Latina?
Pekín espera completar la construcción de la estructura básica de la EIIL alrededor del 2028, mediante sus futuras sondas lunares Chang'e-6, -7 y -8, afirmaron recientemente científicos del programa espacial chino.
Está previsto que la estación, en cuyo desarrollo trabajan las agencias espaciales de China y Rusia, esté operativa en 2035.
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha logrado hitos como el alunizaje exitoso de una sonda en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún país había conseguido hasta la fecha.