Desde distintas partes del Perú, miles de manifestantes se reunieron en la capital el último 20 de enero, convocados en una protesta —denominada la Marcha hacia Lima— para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y expresar el hartazgo por la falta de representación del Estado. Las marchas comenzaron a las 4.00 p. m. de forma pacífica, aunque pronto empezaron los enfrentamientos entre manifestantes y policías. Esa misma noche, la Casa Marcionelli, un emblemático edificio del centro histórico de Lima, terminó en llamas: una terrible metáfora de la situación política y social del país.
La Casa Marcionelli le perteneció al empresario suizo Severino Marcionelli, quien en su momento donó S/100.000 para la edificación del hospital Arzobispo Loayza. Foto: EFE
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El número de muertos desde que se iniciaron las protestas contra el Gobierno, en poco menos de tres semanas, ha llegado a 62, según informaron las autoridades sanitarias.
Un día después, la Policía irrumpió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la decana de América, destrozando puertas, con una tanqueta, para detener a más de 200 personas, entre los que se encontraban adultos mayores, quechuahablantes, sin la presencia de la Defensoría del Pueblo ni de la Fiscalía.
Desde el extranjero, autoridades internacionales se han sumado al llamado para detener la violencia y la represión policial.
Protestas en Perú, un país sin rumbo: 28 muertos y más de 709 víctimas en el Gobierno de Boluarte. Foto: composición de Gerson Cardoso/LR/Presidencia/Carlos Contreras/LR
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El Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, condenó los “actos de violencia” y el uso “desproporcionado” de la fuerza en Perú durante las protestas que comenzaron en diciembre.
“Las protestas sociales pacíficas que respeten el Estado de derecho son legítimas en una sociedad democrática. La UE reitera su condena de los numerosos actos de violencia y también del uso desproporcionado de la fuerza por las fuerzas de seguridad”, expresó en un comunicado.
Josep Borrell: “La UE reitera su condena de los numerosos actos de violencia y también del uso desproporcionado de la fuerza por las fuerzas de seguridad". Foto: composición LR / Parlamento Europeo / El País
De igual manera, el gobierno argentino expresó su pesar por la crisis que está atravesando el Perú, tras los enfrentamientos registrados en varios puntos del país. La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, manifestó su preocupación en el marco de la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
“Están viniendo los presidentes de esta nueva Latinoamérica que está convulsionada. Estamos preocupados y siguiendo atentamente lo que está sucediendo en Perú”, aseveró Cerruti en declaraciones a Radio El Destape.
Las protestas han dejado hasta ahora 42 muertos y 531 heridos, así como 329 personas detenidas, de acuerdo al último boletín de la Fiscalía de Perú. Foto: composición LR/AFP/Freepik
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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, que suele comentar la situación política y social del país, pidió a la Organización de los Estados Americanos (OEA) revisar la situación de protetsas en el Perú.
“Allanar universidades. Gritar ¡Muera la inteligencia! El Consejo permanente de la OEA debe ser citado para examinar el caso de Perú!”, escribió el mandatario colombiano.
Gustavo Petro usó su cuenta de Twitter para manifestarse sobre las protestas en Perú. Foto: captura @petrogustavo/Twitter
Por su parte, el papa Francisco pidió que la violencia cese en el Perú e invocó a las autoridades a emprender la “la vía del diálogo” y respeten los derechos humanos.
“Me uno a los obispos peruanos al decir: no a la violencia, venga de donde venga, no más muertes”, expresó el sumo pontífice. “La violencia apaga la esperanza de una justa solución de los problemas. Animo a todas las partes implicadas a tomar la vía del diálogo entre hermanos en la misma nación en el pleno respeto de derechos humanos y del Estado de derecho”.
Tras una tregua navideña, las protestas volvieron a cobrar fuerza a partir del 4 de enero, sobre todo en el sur. Foto: composición LR/Jazmin Ceras/EFE/La República
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La embajada de Estados Unidos en Perú también se pronunció tras lo sucedido en Perú. “Seguimos con atención y preocupación la situación en las últimas horas. Es fundamental que las fuerzas del orden respeten los derechos humanos, el derecho a la protesta, y protejan a la ciudadanía. La protesta que expresa demandas y preocupaciones legítimas debe ser pacífica. Hacemos un llamado a la calma y a evitar acciones que puedan generar violencia”, expresó la embajada de Estados Unidos en Perú en un comunicado.
Joe Biden decidió acelerar el proceso y poner en marcha una serie de medidas para suavizar la carga que las condenas por posesión de marihuana suponen para una gran parte de la sociedad, en especial la población no blanca de EE. UU. Foto: AFP
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christian Salazar Volkmann, dijo que pidió información al Gobierno peruano sobre que está haciendo para evitar los muertos y heridos en las protestas antigubernamentales.
Salazar se reunió con el presidente del Consejo de Ministros de Perú, Alberto Otárola, un día después de la jornada nacional de protestas en la capital. El enviado especial declaró a periodistas locales que lamentan “las muertes y los heridos que se han producido” y han “pedido información sobre qué está haciendo el Gobierno para evitar que esto se repita, que se investiguen los casos”.