Ayer el futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte por apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres de su país, así lo confirmó la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO).
“FIFPRO está conmocionado y asqueado por los informes de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán tras apoyar los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país”, indicaron.
El sistema judicial de la República Islámica planea ahorcarlo por un delito que se llama moharebeh, palabra farsi que significa “hacer la guerra contra Dios”.
Después de la Revolución Iraní de 1979, la ley en este país empezó a cambiar de su base laica a la sharía o ley islámica.
“La emergente República Islámica de Irán empezó a aplicar globalmente esta ley, pues es un código de conducta para los musulmanes”, señala Amir Azimi, editor en jefe del Servicio Persa de la BBC, en referencia al moharebeh.
PUEDES VER: Evo Morales pide liberación de Castillo e investigar las muertes durante protestas en Perú
Dentro de la sharía, el moharebeh es un término legal técnico que tiene varias traducciones que incluyen “hacerle la guerra a Dios”, “guerra contra el Estado y Dios” u “odio contra Dios”, de manera que los culpables son “enemigos de Dios”.
De acuerdo con el artículo 279 del Código Penal Islámico, moharebeh puede significar utilizar un arma con la intención de atentar contra la vida, la propiedad o el honor de las personas, o para intimidarlas, de manera que provoque inseguridad en el entorno.
Si la persona acusada puede contratar un abogado privado, este no tiene permiso de entrar en contacto con él ni manera de presentar evidencia que lo exculpe. Tampoco puede apelar la sentencia, indica la BBC.
Dentro del contexto de la ley islámica, este delito es prácticamente una sentencia de muerte. Hasta la fecha, la República Islámica de Irán ha ejecutado a cientos de personas bajo este delito, según información del mismo medio.
Tan solo en una semana, se ahorcó a dos manifestantes vinculados a las protestas que se han registrado en todo el país desde septiembre, a raíz de la muerte de la joven kurda Jina Mahsa Amini, quien fue arrestada por la policía de la moral por llevar mal puesto el hijab o velo islámico.
Mohsen Shekari y Majidreza Rahnavard, ambos de 23 años, fueron ejecutados en el lapso de pocos días, tras ser condenados por el delito de moharebeh, pese a la indignación internacional por aplicar esta pena a los implicados en las manifestaciones.
Según informa Associated Press (AP), Majudreza Rahnavard ha sido ahorcado en público un mes después de que presuntamente matara a dos miembros de la fuerza de voluntarios Basij e hiriera supuestamente a otros cuatro.
Shekari, por su parte, fue encontrado culpable de haber atacado a un integrante de la paramilitar Fuerza de Resistencia Basij con un machete en Teherán.
“Sin debido proceso. Juicios ficticios. Así es como quieren detener las protestas en todo el país”, dijo Omid Memarian, analista sobre Irán de la organización Democracy for the Arab World Now (DAWIN).
“La ejecución pública de un joven manifestante, 23 días después de su arresto, es otro crimen grave cometido por los líderes de la República Islámica de Irán y una escalada significativa del nivel de violencia contra las protestas”, señaló la ONG Iran Human Rights (IHRNGO) en un comunicado.
Asimismo, Mahmood Amiry-Moghaddam, director de la organización, con base en Noruega, expresó en Twitter que la sentencia de Rahnavard estuvo basada en “confesiones forzadas, después de un proceso extremamente injusto y un juicio de espectáculo”.
“Este crimen deber ser enfrentado con las más serias consecuencias para la República Islámica”, dijo, añadiendo que existe un “riesgo serio de ejecuciones en masa de manifestantes”.
Por su parte, la ONU pidió el lunes a Irán que detenga las ejecuciones y que respete el derecho a la protesta pacífica. “No hay lugar para la pena capital y queremos garantizar que no se llevan a cabo más ejecuciones”, dijo el portavoz de Naciones Unidas Farhan Haq.