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Los tristes finales de las mascotas de los asesinos en serie más sanguinarios de la historia

Asesinos como Jeffrey Dahmer, Myra Hindley y Dennis Nilsen mataron a decenas de personas; sin embargo, experimentaron un extraño amor por sus mascotas. ¿Qué pasó con aquellos animales?

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Dennis Andrew Nilsen, asesino en serie y necrófilo británico, mató a 15 hombres jóvenes entre 1978 y 1983 en Londres (Inglaterra). Foto: composición LR / Twitter @SeriousStrange

Es insólito imaginar que los asesinos en serie más sanguinarios de la historia hayan experimentado alguna sensación de empatía con sus mascotas. Los homicidas Jeffrey Dahmer, Myra Hindley y Dennis Nilse’s, mataron a decenas de personas, pero adoraron a sus ‘compañeros de viaje’.

Según Murder Mile Tours, una compañía enfocada en difundir la historia de varios asesinos seriales, sostiene que hay casos en los cuales los únicos compañeros fieles de estas personas fueron sus mascotas.

No obstante, ese no fue el caso de todos, ya que “muchos comenzaron en la infancia siendo crueles con los animales. Esta incapacidad de mostrar empatía por otra criatura viviente o incluso remordimiento por el dolor que infligieron es a menudo un paso pequeño, pero crucial en el desarrollo de un niño, de un ser humano normal, a un asesino en serie”, describe Murder Mile Tours.

A continuación, conocerás algunos casos de asesinos seriales que “mostraron más dolor y emoción por sus mascotas que por cualquiera de sus víctimas”, agrega el blog.

Jeffrey Dahmer

Desde que sus padres comenzaron a separarse, Jeffrey Dahmer o el ‘Caníbal de Milwaukee’ se convirtió en un niño tímido con pocos amigos y decidió cazar en su jardín para pasar su tiempo libre.

Su padre contó que su hijo mataba insectos, ardillas e incluso perros, abría sus cadáveres, veía todos los órganos, para finalmente disecarlos, desmembrarlos y guardarlos en frascos de formol.

La justicia de EE. UU. lo condenó a casi 900 años de prisión (15 cadenas perpetuas) y lo mandó a una cárcel en Portage. Foto: composición de La República

Ante la pregunta de cómo describiría su afición por desmembrar animales, hecha por el psicólogo forense Robert K. Ressler, Jeffrey desde la cárcel respondió:

“Uno fue un perro grande que encontré en la carretera. Iba a separar la carne, blanquear los huesos, reconstruirlos y venderlos, pero no llegué a hacerlo. No sé cómo empecé a meterme en esto, es una afición un poco rara”, admitió en aquella inédita entrevista.

Aparentemente, su agresividad era con otros animales, excepto con su perro Frisky, un cruce de cocker spaniel, al cual adoraba y cuidaba. El can fue el único amigo de Jeffrey durante un tiempo, según narró su padre. Él mató a 17 jóvenes.

Jeffrey Dahmer y su mascota, Frisky. Foto: captura / Twitter @StrangeButTrue

Dennis Nilsen

Dennis Andrew Nilsen, asesino en serie y necrófilo británico, mató a 15 hombres jóvenes entre 1978 y 1983 en Londres (Inglaterra). Después de asesinar a sus víctimas, el homicida tenía la costumbre de bañarlas, vestirlas y convivir con el cadáver por meses.

No obstante, pese a lo sanguinario de su ser, Dennis Nilsen tenía cierta empatía con los animales. Su mascota era un cruce de border collie de nombre Bleep, la cual amaba y cuidaba desde que era una cachorra.

En algunos videos caseros recopilados por Netflix, se puede ver el aprecio que le tenía a su mascota. Sin embargo, a Bleep se le practicó la eutanasia canina tres días después de que a su dueño lo sentenciaran a cadena perpetua en 1983, debido a que había muchas dudas sobre si alguna persona querría al perro de un asesino en serie.

El asesino serial Dennis Nilsen y su perro Bleep. Foto: Daily Star

Myra Hindley

Hindley fue arrestada y sentenciada a cadena perpetua por ser cómplice del asesinato de varios menores de edad durante la época del 60 junto con su esposo Ian Brady. La Policía sostuvo que la pareja tenía la costumbre de tomar fotos a sus brutales crímenes y violaciones.

Además, se encontraron imágenes de ellos posando en lugares donde enterraban a sus víctimas, como en una pradera de Saddleworth, Reino Unido.

En una de esas fotografías aparecía Puppet, un perro de la raza border collie blanco y canela, desde que era cachorra. Por ello, las autoridades empezaron a investigar esas fotos tomadas con el animal para determinar los años de los asesinatos.

Hindley fue arrestada y sentenciada a cadena perpetua por ser cómplice del asesinato de varios menores de edad durante 1960. Foto: captura/@SeriousStrange

Para poderle realizar unas radiografías dentales y descubrir su edad, a Puppet la pusieron bajo anestesia, pero lamentablemente no sobrevivió. Al enterarse de la muerte de su mascota, Hindley escribió: “Duele demasiado siquiera pensar acerca de Puppet sin llorar”.

Myra Hindley nunca mostró remordimiento por los niños y niñas que asesinó junto a su novio Ian Brady. Fue condenada a cadena perpetua el 6 de mayo de 1996. El 15 de noviembre de 2002 murió en prisión de una infección pulmonar.

Ian Brady, el asesino serial de niños que aterró a Inglaterra junto a su perro. Foto: TN