Rusia y Ucrania se acusaron este jueves mutuamente de haber procedido con nuevos bombardeos en el área de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, antes de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los dos países en guerra reportaron cinco ataques con cohetes cerca de una zona de almacenamiento de material radiactivo de la planta, la mayor de Europa, situada en el sur de Ucrania.
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El operador de las centrales ucranianas, Energoaton, anunció poco después un nuevo bombardeo ruso cerca de uno de los seis reactores de la central, que provocó “una gran humareda” y dañó “varios sensores de radiación”.
La planta ucraniana de Zaporiyia quedó bajo control de las tropas rusas el 4 de marzo, poco después del inicio de la invasión a Ucrania el 24 de febrero. Ucrania acusa a Rusia de haber desplegado tropas en las instalaciones de la central y de haber almacenado armas.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a “cesar inmediatamente” toda actividad militar en torno a la instalación y advirtió que la continuación de las hostilidades podría “conducir a una catástrofe”.
Estados Unidos defendió la idea de crear una zona desmilitarizada en torno a la central.
A pedido de Rusia, el Consejo de Seguridad de la ONU examinará este mismo jueves la situación de seguridad de la planta.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, informará al Consejo sobre la situación en esa instalación.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que Rusia podría provocar un incidente “aún más catastrófico que el de Chernóbil”, en referencia al desastre nuclear de 1986 en el norte de Ucrania, cuando este país formaba aún parte de la Unión Soviética.