Autoridades religiosas de Nicaragua denunciaron el cierre de seis emisoras católicas por orden del presidente Daniel Ortega en acciones ejecutadas por la noche y en las que se reprimió a varios feligreses con violencia. Los acontecimientos se suscitaron en medio de fuertes tensiones entre el Ejecutivo y la Iglesia Católica.
En tanto, las instalaciones clausuradas han empezado a ser resguardadas por la Policía.
Asimismo, la Diócesis de Matagalpa informó que los agentes intentaron llevarse los equipos de la radioemisora ubicada en la capilla Niño Jesús de Praga, en el municipio de Sébaco, al norte del país centroamericano, en una intervención que fue transmitida en vivo por las redes sociales de la entidad religiosa.
La diócesis es dirigida por el obispo Rolando Álvarez, uno de los más fuertes críticos de Ortega, quien este jueves 4 de agosto se arrodilló para orar por los feligreses frente a varios efectivos. En el pasado acusó a varios miembros de la Iglesia Católica de Nicaragua de “terroristas” tras actuar como mediadores de un diálogo nacional para una salida pacífica a la crisis que afronta la nación desde 2018.
Monseñor Rolando Álvarez orando en la calle. Radioemisoras cerradas vienen siendo resguardadas por la policía. Foto: ACJD
De igual manera, el mandatario también calificó a los religiosos de “golpistas” al acusarlos de ser parte de fuerzas internas y grupos internacionales que buscarían derrocar al gobernante, que ostenta el cargo junto a su esposa y actual vicepresidenta, Rosario Murillo, desde 2007.
Actualmente, Nicaragua enfrenta una fuerte crisis política desde que, en las elecciones de 2018, Daniel Ortega se reeligiera al disputar la contienda sin ningún opositor. Todos los candidatos contrarios al guerrillero habían sido encarcelados en meses previos a los comicios.