El paro nacional inició el último 13 de junio y continuará de manera indefinida hasta que el Gobierno actúe en respuesta a las demandas de los protestantes, que piden —entre otras cosas— regular los precios de los productos del campo y evitar la elevación de los costos del combustible.
En Ecuador, el sueldo mínimo asciende a 425 dólares mensuales, aproximadamente, lo cual no alcanza para cubrir las necesidades básicas de muchos de los ciudadanos más humildes del país, lo que, sumado al alza de precios, ha perjudicado a cada vez más productores. Todo esto ocurre mientras el Gobierno peca de inactivo y no plantea soluciones claras.
Aunque ha habido propuestas de diálogo, Leonidas Iza, el líder de la CONAIE, pide que primero se “garanticen respuestas a sus planteamientos”, es decir, que el Gobierno pueda asegurar que realmente se están considerando sus peticiones. “No nos traten como criminales”, reiteró el líder indígena.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador ha liderado prácticamente todos los levantamientos sociales de los últimos 20 años y ha mantenido su peso político a pesar del tiempo.
Creada en 1986, la CONAIE nació por la confluencia de tres grupos: la organización regional de pueblos indígenas amazónicos, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confenaie) y la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador/Ecuarunari.
Cuatro años más tarde, en 1990, la CONAIE se convirtió en la convocante de un levantamiento indígena que paralizó el país y la convirtió en una vocera poderosa para los pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador.
El expresidente de la CONAIE, Jaime Vargas, acompañado por los miembros Luisa Lozano y Apawki Castro. Foto: EFE
Tras la llegada de Rafael Correa al poder (2007-2017), la CONAIE se convirtió en una oposición de izquierda que sirvió de contrapeso a las medidas progresistas del mandatario con respecto a temas agrarios, de manejo de agua y la resistencia al extractivismo.
Es así que la agenda política de la CONAIE se construye sobre cuatro pilares básicos: el reforzamiento de una identidad indígena positiva, la recuperación del derecho de las tierras, la sostenibilidad medioambiental y el rechazo de la presencia militar estadounidense en Sudamérica (caso Plan Colombia).
1. Reducción y congelación del precio de los combustibles: Congelar el diésel a 1,50 dólares y la gasolina extra y ecopaís a 2,10 dólares. Además, buscan derogar los decretos 1158, 1183, 1054, y entrar en el proceso de focalización a los sectores que necesitan de un subsidio económico para seguir trabajando: agricultores, campesinos, transportistas, pescadores, etc.
2. Alivio económico para más de 4 millones de familias con la moratoria de mínimo un año y renegociación de las deudas: se busca una reducción de las tasas de interés en el sistema financiero (bancos públicos, privados y cooperativas) y que bienes como casas, terrenos y vehículos no puedan ser embargados.
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3. Precios justos en los productos del campo de las tres regiones del país: leche, arroz, banano, cebollas, abonos, papas, choclos, tomate y más. Además, demandan un subsidio agrícola y no firmas de TLC.
4. Trabajo y derechos laborales: la creación de políticas e inversión pública para frenar la precarización laboral y asegurar que la economía popular sea sostenible.
5. Moratoria minera/petrolera: la CONAIE pide una moratoria a la ampliación de la frontera extractiva minera y petrolera, con auditoría y reparación integral por los impactos socioambientales. También solicita derogar los decretos 95 y 151.
6. Con espeto a los 21 derechos colectivos, que incluyen la educación intercultural bilingüe, la justicia indígena, la consulta previa, libre e informada, y la autodeterminación de pueblos indígenas.
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7. Alto a la privatización de los sectores estratégicos. Manifiestan que son patrimonio de los ecuatorianos/as. (Banco del Pacífico, hidroeléctricas, IESS, CNT, carreteras, salud, entre otros).
8. Políticas de control de precios y la especulación en el mercado de los productos de primera necesidad. Evitar que los intermediarios sigan haciéndolo. Además, pretenden erradicar los abusos con precios en los productos industrializados en las cadenas de supermercados.
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9. Salud y educación. Designar presupuesto urgente frente al desabastecimiento de los hospitales por falta de medicinas y personal. Garantizar el acceso de la juventud a la educación superior y mejoramiento de la infraestructura en escuelas, colegios y universidades.
10. Seguridad, protección y generación de políticas públicas efectivas para frenar la ola de violencia, sicariato, delincuencia, narcotráfico y secuestro.
El actual presidente de la CONAIE es Leonidas Iza, ingeniero ambiental y líder indígena de nacionalidad kichwa que lideró otras protestas en 2019, así como el paro nacional que tuvo que enfrentar el Gobierno de Lenín Moreno. Iza era el dirigente del Movimiento Indígena Campesino de Cotopaxi (MICC) y, aunque ya llevaba años en dicha posición, fue aquí que su nombre recién comenzó a sonar con fuerza.
Por su discurso, Iza fue identificado como un líder “radical”, pero fue esa misma posición la que le permitió ganar seguidores, los mismos que lo elegirían presidente de la CONAIE por amplia mayoría algún tiempo después.
Leonidas Iza es el líder indígena de las protestas en Ecuador. Foto: EFE
En octubre de 2021 participó en un diálogo con el presidente Guillermo Lasso en Carondelet, donde aprovechó para insistir en las peticiones del paro del 2019, sobre todo en aquella que pedía congelar el precio del galón de diésel en 1,50 dólares. Sin embargo, dos meses después, se cortó el diálogo entre ambas partes, luego de que la CONAIE señalara que no estaba recibiendo respuestas claras. Iza fue arrestado durante los primeros días de las más recientes protestas por presuntos delitos cometidos mientras ejercía su rol de líder en las movilizaciones, los cuales ha negado rotunamente. A los pocos días fue puesto en libertad.