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La consigna es tumbarse al Gobierno de Guillermo Lasso

Crisis en Ecuador. Los manifestantes se niegan a negociar, mientras cercaron las principales ciudades, ocuparon el centro de Quito y trataron de tomar el Parlamento.

Enfrentamientos. Los agentes antimotines impidieron a los manifestantes ingresar al Parlamento en Quito. Foto: EFE
Enfrentamientos. Los agentes antimotines impidieron a los manifestantes ingresar al Parlamento en Quito. Foto: EFE

Quito. EFE

El centro de Quito volvió a convertirse en el escenario de intensos enfrentamientos entre la Policía de Ecuador y los manifestantes que, por undécima jornada consecutiva, participan en las protestas contra el alto coste de la vida y las políticas económicas del Gobierno del presidente Guillermo Lasso.

Los disturbios se centraron en el parque El Arbolito, que ya fue el epicentro de la ola de protestas de octubre del 2019, también liderada aquella vez por el movimiento indígena contra la eliminación de los subsidios a los combustibles y que se saldó con una decena de fallecidos y unos 1.500 heridos.

Los incidentes comenzaron después de que el Gobierno permitiese al movimiento indígena acceder a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, aledaña al parque El Arbolito para constituir una asamblea popular y tomada desde el domingo por la Policía para evitar que llegase allí el colectivo indígena y se repitiesen las escenas del 2019.

Entrar a ese espacio era una de las condiciones puestas por el líder indígena y principal promotor de las protestas, Leonidas Iza, para aceptar las constantes invitaciones a dialogar con el Gobierno hechas tanto por el presidente Lasso como por numerosas organizaciones sociales y religiosas como la Conferencia Episcopal.

Así, el ministro de Gobierno Francisco Jiménez anunció que se permitiría a los indígenas establecerse en la Casa de la Cultura como señal de la disposición del Ejecutivo a dialogar, siempre que a cambio cesasen los bloqueos y acciones violentas en distintos puntos del país.

De esta forma el movimiento indígena se estableció en el ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y allí decidió hacer una marcha hacia la Asamblea Nacional (Parlamento), que se encuentra a muy corta distancia, liderada por Iza y el resto de dirigentes de las organizaciones sociales que convocaron las protestas.

Ciudad tomada. Por lo menos diez ciudades ya fueron cercadas por los huelguistas, incluyendo la capital, Quito. Foto: EFE

Ciudad tomada. Por lo menos diez ciudades ya fueron cercadas por los huelguistas, incluyendo la capital, Quito. Foto: EFE

Destitución de Lasso

La marcha logró su objetivo de llegar hasta la sede del Legislativo, y allí los líderes de la movilización pronunciaron varios discursos, entre ellos Iza, que pidió “respuestas” por parte del Gobierno al pliego de demandas más allá de dejarles utilizar la Casa de la Cultura.

“Latinoamérica debe saber que esta no es una lucha de un dirigente. El problema no es Leonidas Iza”, sostuvo el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Mientras, el presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas (Fenocin), Gary Espinoza, propuso a la Asamblea activar un procedimiento de destitución del presidente Lasso.

El pliego de las demandas incluye congelar y reducir los precios de los combustibles, controlar los precios de productos esenciales, no privatizar empresas estatales y no ampliar las concesiones petroleras y mineras en la Amazonía, entre otros puntos.

De momento, las protestas dejan dos manifestantes fallecidos y no menos de 200 heridos entre los protestantes y las fuerzas de seguridad, que han sufrido distintos actos de violencia, como el incendio de un cuartel en la ciudad de Puyo.

Heridos. Las autoridades reportaron más de 200 heridos en once días de protestas en todo el país. Foto: EFE

Heridos. Las autoridades reportaron más de 200 heridos en once días de protestas en todo el país. Foto: EFE

“Esas tácticas las aplicaba Sendero...”

Un grupo de aproximadamente 300 indígenas atacaron una subestación eléctrica para dejar sin energía a la ciudad de Guayaquil. Las autoridades de la ciudad denunciaron que el atentado “desnuda de cuerpo entero a los manifestantes y ya sabemos lo que buscan”. Por su parte, el coronel Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia, aseguró que “este tipo de tácticas las aplicaba Sendero Luminoso”.

El expresidente Rafael Correa, asilado en Bélgica e investigado por graves cargos de corrupción durante su Gobierno, adelantó que el paro dejará “en muerte clínica” al Gobierno de Guillermo Lasso, con menos del 20% de apoyo. Y que seguirán buscando firmas para su destitución.