El sur de México se ha visto devastado tras el paso del huracán Agatha. A los destrozos sufridos por la infraestructura y el daño a los centros turísticos, base de la economía de la zona, se suman además los primeros reportes de fallecidos a causa de la tormenta tropical.
El gobernador del estado de Oaxaca, Alejandro Murat dio a conocer a través de una televisora local que el balance preliminar hecho por parte de las autoridades da resultado un total de 11 muertos y 20 desaparecidos, entre los que se cuentan varios niños, si bien no se descarta que la cifra pueda aumentar en los próximos días.
Asimismo, el dirigente manifestó su preocupación por las comunidades de la parte alta de la sierra, en su mayoría pequeños poblados aislados, los cuales sufrieron los mayores daños y que además, permanecen incomunicados por consecuencia de los estragos del huracán.
Ante la situación que persiste en esta parte de Norteamérica, el gobernador pidió a la población permanecer alerta ante la posibilidad de nuevas afectaciones, en particular a las áreas vulnerables a las inundaciones, cuyos habitantes han tenido que hacer frente a las crecidas de los cuerpos de agua de la región.
Los pobladores de localidades como San Isidro del Palmar, casi adyacente al mar, tuvieron que hacer un gran esfuerzo para poder salvar sus pertenencias, luego que los aniegos producto de la elevación del nivel del agua inundara sus hogares y obligaran a los habitantes a desplazarse a zonas seguras.
“Las casas totalmente están inundadas. Entonces están sacando todo. Hay tiendas, casas, habitaciones. Más que nada hay que procurarse acá todo que es material bueno, porque de lo demás se va a llevar todo”, señaló Argeo Aquino un habitante del lugar.
Debido a la fuerza del huracán, fueron varias personas que lo perdieron todo en los días que “Agatha” se hizo presente en el lugar. De hecho, algunos vecinos han solicitado apoyo debido a que han quedado desamparados y sin sustento económico que les permita adquirir alimentos.
“No tengo nada, ni qué comer”, comentó Antonio Díaz, de San Isidro del Palmar, uno de los afectados.
La tormenta tropical tuvo un rápido desarrollo desde su formación hasta el momento que tocó tierras mexicanas. Según informaron los servicios meteorológicos, el huracán empezó a tomar cuerpo el día sábado para luego desplazarse en dirección a las costas de los estados de Guerrero y Oaxaca, en los que el temporal tuvo mayor impacto.
El lunes por la tarde se detectó que los vientos de “Agatha” alcanzaron Oaxaca, con una velocidad promedio de 165 kilómetros por hora, propia de un huracán de categoría 2, si bien luego de adentrarse en el continente fue perdiendo fuerza y velocidad.
Aunque al término del martes 31 se ha considerado que “Agatha” se ha reducido a la categoría de depresión tropical, las autoridades meteorológicas han advertido de la necesidad de mantener bajo supervisión las precipitaciones que pudieran surgir como remanente del paso del huracán, dado que las lluvias podrían dar paso a una serie de inundaciones en varías partes del país.