Un escalofriante hecho tuvo lugar durante el fin de semana en el Municipio de Santa Rosa de Cabal, en Risaralda, Colombia, cuando un sujeto identificado como Johan Robert Espinosa García mató a su perro, de nombre Blacky para luego cocinarlo. La Policía del lugar, alertada por el hecho, llegó a tiempo a la escena del crimen y pudo detener al hombre en flagrancia.
Días previos a la muerte de la mascota, el padre de Espinosa se percató de una situación similar acontecida en su finca con un cachorro de dos meses, razón por la cual llamó a las autoridades.
“Acudimos con bienestar animal y la Policía para verificar lo que estaba ocurriendo, tenía todo dispuesto para asarlo y comerlo. Tenemos conocimiento que es consumidor de alucinógenos y también es medicado, pero nos informaron que no toma sus medicamentos”, contó para el diario El Tiempo, el secretario de Gobierno de la localidad, Harold Vélez, luego de la intervención.
Inmediatamente, el hombre fue capturado y se le imputó el delito de maltrato animal, cuya sentencia en Colombia oscila entre los 12 y 36 meses de cárcel. No obstante, pese a que el sujeto fue detenido en flagrancia, el juez asignado al caso decidió dejarlo en libertad.
“Estamos muy disgustados con esta decisión porque ni siquiera lo dispuso para un centro de rehabilitación, sino que lo dejó afuera manifestando que debe estar presentándose y debe tener asistencia psicológica”, concluyó Vélez; alegó que respetarán la decisión del juez, pero mantendrán un cuadrante en el sector para estar al pendiente del sujeto.