Managua. Agencias
El régimen de Daniel Ortega ha expulsado a la Organización de Estados Americanos (OEA) de Nicaragua, al que tildó de “instrumento diabólico” para justificar la retirada de las credenciales de sus representantes y el allanamiento de su sede en Managua.
En noviembre del año pasado, el régimen sandinista anunció su renuncia a la OEA. Ese proceso —que suele durar dos años— aún no ha finalizado oficialmente. Así lo recordó la OEA en un comunicado oficial emitido ayer lunes.
El Gobierno de Daniel Ortega ya había anunciado su decisión de retirar al país de la OEA en noviembre pasado, luego de que el organismo rechazara la legitimidad de las elecciones celebradas ese mes, en las que el presidente Daniel Ortega obtuvo una nueva reelección, con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, y con siete de sus adversarios en prisión y dos en el exilio.
La permanencia de Nicaragua en la OEA estaba en duda desde que el organismo aprobó el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana por los señalamientos contra Ortega sobre violaciones a los derechos humanos en 2018, en el marco de las manifestaciones antigubernamentales que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dejaron 355 muertos.
Hasta ahora la OEA no ha aplicado la Carta Democrática Interamericana. El retiro de Nicaragua se hará oficial en noviembre de 2023.
El exguerrillero Daniel Ortega espera ser reelegido para seguir gobernando con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta. Foto: AFP
La OEA rechazó la ocupación de su oficina en Managua con un comunicado en el que tilda de “ilegítima” la acción y advierte de que los archivos y documentos del edificio “gozan de la más absoluta inviolabilidad”.
“Su violación por las autoridades nicaragüenses les hace internacionalmente responsables por sus consecuencias”, dice la comunicación publicada por Almagro.