Dos días después del hundimiento del Moskva (Moscú), el buque insignia de la Armada rusa en el mar Negro, las fuerzas rusas bombardearon, este sábado 16 de abril, una nueva fábrica militar en la zona de Kiev, cumpliendo así su amenaza de intensificar sus ataques contra esta capital.
El complejo industrial, situado en el distrito Darnytsky y donde se fabrican principalmente tanques, fue blanco de un ataque. Un gran número de militares y rescatistas se concentraron en el lugar, del que brotaba una gran humareda.
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En Moscú, el Ministerio de Defensa confirmó el ataque. “Armas aire-tierra de largo alcance y alta precisión destruyeron edificios de una planta de producción de armamento en Kiev”, dijo el ministerio en un comunicado en la red Telegram.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, indicó que había al menos un muerto en el ataque y que varias personas resultaron heridas. “Nuestras fuerzas hacen todo lo posible para protegernos, pero el enemigo es insidioso y despiadado”, dijo.
El último viernes, un ataque ruso tomó por blanco una fábrica en la región de Kiev que fabricaba misiles Neptuno, usados por el ejército ucraniano para hundir el Moskva, según fuentes de Kiev.
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Rusia mantiene que el Moskva quedó dañado por un incendio tras la explosión de sus propias municiones y que la tripulación —unos 500 hombres, según las fuentes disponibles— había sido evacuada.
Estas afirmaciones fueron desmentidas por una oficial militar ucraniana. “Una tormenta impidió el rescate del barco y la evacuación de la tripulación”, dijo Natalia Gumeniuk, portavoz del mando militar del sur del país en mención.
“Somos perfectamente conscientes de que no nos lo perdonarán”, añadió.
La pérdida del Moskva es un duro golpe para Rusia porque “aseguraba la cobertura aérea de otras naves durante sus operaciones, especialmente para el bombardeo de la costa y las maniobras de desembarco”, explicó el portavoz de la administración militar de Odesa, Serguéi Brachuk.
La ofensiva también continúa en el sur y en este. En Járkov, la segunda ciudad del país, siete personas ―entre ellos un niño― murieron y 34 resultaron heridas el viernes en un bombardeo contra un edificio residencial, según las autoridades municipales.
En la capital, Kiev, ha regresado el sonido de las alarmas antiaéreas tras días en los que cada vez más vecinos salían a la calle y los avisos de posibles bombardeos se habían vuelto anecdóticos.
Este sábado, el Gobierno ucraniano pidió, una vez más, a los habitantes que se fueron de la capital que no regresen todavía y permanezcan en un “lugar seguro”.
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En total, y según la ONU, más de 5 millones de personas huyeron de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa y más de 7 millones se convirtieron en desplazados internos, sobre una población total de 37 millones de habitantes.
Con información de AFP