Sophie Eastwood, una condenada a cadena perpetua por haber estrangulado a su compañero de celda, le manifestó al director de la prisión de Polmont, al sur de Escocia, que se identifica como un bebé. Pide usar pañales y que sus comidas se mezclen como papillas para pequeños.
Eastwood, 36 años, les exige a los guardias que la tomen de la mano cuando la escoltan fuera de su celda.
En tanto, de acuerdo a lo que le manifestaron algunas fuentes al Daily Record, los directivos de la cárcel se han tomado seriamente sus solicitudes e, incluso, ya le dieron una muñeca.
Hace 18 años, Sophie fue recluida en un instituto para jóvenes delincuentes por problemas de conducción vehicular. A un mes de cumplir su condena, estranguló a Algie, su compañero de prisión. Este fue el motivo por el que las autoridades decidieron encarcelarla de por vida.
En 2016, durante una sesión con el psicólogo, asumió su identidad de género femenina e inició un tratamiento. Por ello, desde 2018 ha estado recluida en unidades solo para mujeres.
Recientemente Eastwood expresó que se siente como una infante y quiere ser tratada como tal, usar pañales, comer alimentos acordes, entre otras cosas. Sin embargo, antes este contexto, las cárceles no cuentan con protocolos para el trato de “bebés”.
“Es difícil saber si realmente siente una inclinación natural a que la traten como a un bebé o si es solamente una especie de búsqueda de atención. Las prisiones modernas están muy en sintonía con los derechos humanos y las implicaciones legales que arrojan, por lo que se les está dando la debida consideración”, aclaró la fuente consultada.
De momento, los jefes penitenciarios brindan una respuesta a sus pedidos con la mayor seriedad y están pensando qué formalidades pueden establecer en el trato con ella.