Una mujer de 30 años vivió un calvario este último fin de semana después de haber ido a bailar con una pareja de amigos (Laura y Juan) en Argentina. Durante 48 horas, la joven estuvo secuestrada por un hombre que conoció en una discoteca, pero una foto espontánea de ambos ayudó a encontrarla.
El hecho comenzó el último viernes por la noche en la discoteca “La Cautiva”, sobre la calle San Nicolás al 2200, en la ciudad de Rosario. La mujer y sus amigos disfrutaban de la música, cuando en medio de la noche un hombre de aproximadamente 60 años identificado como Gregorio sacó a bailar a Ana, nombre ficticio para proteger su identidad.
De pronto, el hombre la abrazó y posó con ella para el fotógrafo del lugar. Pese a que luego se enojó porque no quería ser fotografiado, de todas formas, pagó la imagen, y se la dio a Ana, que a su vez se la entregó a su amigo Juan: “Cualquier cosa estoy con este”, le dijo.
El boliche “La Cautiva” de Rosario, donde la víctima conoció a secuestrador. Foto: Infobae
Gregorio se acercó después a la mesa de los amigos de Ana, pagó una cerveza para los tres y se ofreció a llevarlos a sus casas. Eran las 3.30 a. m. cuando salieron de la discoteca, los amigos subieron a su auto y le indicaron su dirección.
La pareja bajó primero, pero Laura muy preocupada por su amiga le preguntó delante de él si ella iba para su casa. A lo que Ana le respondió que Gregorio la llevaba, pero Laura igual tomó la precaución de tomar foto a la placa del vehículo.
Ana, efectivamente, nunca llegó a su casa. Sus 5 hijos que habían quedado al cuidado de su hermano se preocuparon y empezaron a buscarla, reporta Infobae.
A eso de las 12.00 p. m. del día siguiente, Ana llamó llorando a Laura, le decía que estaba secuestrada por la zona sur de la ciudad, pero no sabía exactamente el nombre del lugar. También le dijo que había agarrado a escondidas el teléfono de Gregorio para hablar con ella y que era drogada por él.
Después volvió a pedir auxilio a su hermano. “Ayúdenme, no sé dónde estoy”, “No me llamen”, “Este hombre no me quiere llevar a Rosario”, decían sus mensajes.
La fotografía del lugar que la víctima envío a su amiga. Foto: Infobae
“Te están buscando, ¿dónde estás?”, le escribió una amiga, preocupada. “Me tiene un hombre, me trajo al sur. Hablen con mi familia, es un estafador”, le respondió Ana, quien relató que era abusada por el hombre.
Con todas esas pruebas, la hermana de Ana denunció su desaparición en la Comisaría 15° de Rosario, donde entregó la foto del hombre con el que la víctima fue vista por última vez.
Horas más tarde, la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe logró identificar al secuestrador y obtener su dirección. Fue así como los agentes llegaron hasta la casa ubicada en la calle José Hernández de la ciudad de Roldán, a 25 kilómetros de Rosario, en San Lorenzo.
La Policía llegó a la vivienda cerca de las 22.30 p. m. del domingo y le preguntaron a Gregorio Urraco por la mujer, a lo que él respondió que no la conocía. Sin embargo, los efectivos vieron la figura de una mujer dentro de la casa y la hicieron salir.
Ana apareció nerviosa, se identificó con nombre y apellido, y aprovechó para denunciar que Gregorio la mantenía cautiva y que había abusado sexualmente de ella en varias oportunidades.
Urraco fue detenido y trasladado a la comisaría, donde continúa detenido, acusado por los delitos de abuso sexual y privación ilegítima de la libertad en Argentina.