Hong Kong anunció el domingo que reduciría a la mitad el periodo durante el cual suspende los vuelos internacionales que transportan pasajeros infectados por COVID-19, aunque el sector de la aviación pedía que se suprimiera por completo la medida.
La acción prohíbe a una compañía aérea operar en una determinada ruta durante 14 días si se detectan tres o más infecciones en ese trayecto entre los pasajeros de un vuelo.
El Gobierno anunció el domingo que el periodo de suspensión pasaría de 14 días a una semana desde el 1 de abril.
Las compañías aéreas y las empresas logísticas habían presionado al Ejecutivo para que se suprimiera la medida, pero la dirigente de Hong Kong, Carrie Lam, declaró que no había “margen para una mayor relajación” de la disposición.
Lam insistió en que la prevención de las infecciones importadas eran “un pilar fundamental de la política sanitaria” local.
“Estamos ante una emergencia de salud pública, por lo que todas las empresas tienen que hacer sacrificios”, dijo Lam, y afirmó que las medidas deben ajustarse de forma puntual, según evolucione la situación.
Hong Kong, que en su día fue un centro mundial de logística y transporte, ha impuesto algunas de las restricciones fronterizas más duras del mundo en el marco de su política de “COVID cero”.
El lunes último, la ciudad anunció que volverá a permitir en abril los vuelos internacionales procedentes de nueve países, incluidos Estados Unidos y Reino Unido.