El Gobierno de Polonia ha ordenado la expulsión de 45 diplomáticos de Rusia alegando que realizaban actividades de espionaje, en el marco de una operación en la que también ha sido detenido un ciudadano polaco que supuestamente colaboraba con la Inteligencia rusa.
El ministro del Interior, Mariusz Kaminski, ha confirmado en Twitter la expulsión de “45 espías rusos que se hacían pasar por diplomáticos”. Así, ha celebrado que Polonia está “desmantelando” la red de espionaje del país vecino “con total coherencia y determinación”.
El director del Departamento de Seguridad Nacional, Stanislaw Zaryn, ha explicado ante los medios que la lista de supuestos espías había sido elaborada por la Agencia de Seguridad Interna, que había reclamado, de hecho, al Ministerio de Exteriores la expulsión urgente de todas estas personas.
Anunció del ministro del Interior, Mariusz Kaminski, en Twitter. Foto: captura
Según Zaryn, la Inteligencia rusa actúa ahora de forma “más agresiva”, en un contexto en el que Varsovia ha reclamado medidas contundentes contra Moscú como represalia por la ofensiva militar lanzada sobre Ucrania, informa la agencia de noticias PAP.
Las fuerzas de seguridad polacas también han detenido a un ciudadano local que trabajaba en el registro civil de Varsovia y habría pasado información valiosa a Rusia. La Justicia ha decretado para él tres meses de prisión provisional.
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El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha advertido que, “si las informaciones (sobre la expulsión masiva) son ciertas”, supone un paso más en el empeoramiento de las relaciones entre los dos países. “Por supuesto, no quedará sin respuesta”, señaló, según las agencias rusas.