La responsabilidad de las muertes de mercenarios nipones que puedan suceder en Ucrania recae sobre Tokio, que no impide que contraten a sus ciudadanos para participar en las hostilidades en Ucrania, aseveró la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova.
“Japón, al ir a la zaga de la guerra sancionista e informativa desatada por Estados Unidos y la UE contra Rusia, ha permitido a representantes extranjeros, que se presentan como diplomáticos, dedicarse al enganche de ciudadanos japoneses para actuar como mercenarios (...). Debemos advertir a la parte japonesa que recaerá sobre ella la responsabilidad de las vidas de sus compatriotas atraídos cínicamente a la zona de operaciones de combate”, refirió la diplomática en una sesión informativa para los medios.
Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que su objetivo consiste en defender a las personas de Donbás “que a lo largo de ocho años han sido objeto de vejaciones y genocidio por parte del régimen de Kiev”.
También dijo que se planea efectuar “la desmilitarización y la desnazificación” de Ucrania”, así como llevar a los tribunales a los criminales de guerra que cometieron “sangrientos crímenes contra los habitantes pacíficos de Donbás”.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica. No se trata de ocupar Ucrania, subrayó Putin.