Las protestas de ciudadanos en Kazajistán no cesan y el presidente de ese país, Kassym Jomart Toyakev, ha pedido a Rusia y a sus aliados de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC) que proporcionen “tropas de mantenimiento de la paz” para ayudarle a recuperar el control.
Pero eso no es todo. Tokayev ordenó este viernes a las fuerzas del orden “disparar a matar sin aviso previo” contra los manifestantes que han ocasionado graves disturbios los últimos días, a los que calificó de “bandidos”, si oponen resistencia a las autoridades.
A esta crisis se suma el apagón de internet y telefónico en gran parte del país, según Netblocks, lo que dificulta obtener cifras fiables sobre el número de víctimas tras los violentos enfrentamientos en Almatý y otras ciudades. A continuación, las cinco claves del conflicto:
Las manifestaciones comenzaron el último fin de semana por varias provincias de Kazajistán debido al aumento del precio de los combustibles y llegó hasta Almatý, la principal ciudad del país, donde estalló una revuelta contra la corrupción, la pobreza y la desigualdad.
Según el Ministerio del Interior, la ola de protestas ha dejado hasta el momento 18 miembros de las fuerzas de seguridad muertos y 748 heridos. Las autoridades han establecido 70 puntos de control en todo el país y más de 3.800 personas han sido detenidas.
Sumado al alza de precios, la ira de los manifestantes está dirigida contra el expresidente Nursultán Nazarbáyev, de 81 años, que dirigió el país de forma autoritaria desde 1989 a 2019. Él conserva una gran influencia en el Gobierno y es considerado el mentor del actual primer mandatario, Kassym Jomart Toyakev.
Disturbios en Kazajistán. Foto: AFP
PUEDES VER: Protestas en Kazajistán por el alza del gas dejan decenas de muertos y un millar de heridos
De acuerdo con los informes, los manifestantes tomaron por asalto varios edificios del Gobierno de Kazajistán el miércoles 5 de enero, incluyendo el despacho del alcalde y la residencia presidencial, que terminaron ennegrecidos por el humo. El jueves 8 seguían los enfrentamientos.
En el centro de Almatý, un corresponsal de la AFP contó que en las calles seguía habiendo vehículos calcinados y charcos de sangre tras una ola de disturbios sin precedentes.
La mayoría de los vuelos con destino al país fueron cancelados y las agencias de prensa rusas informaron, citando a funcionarios kazajos, que el aeropuerto de Almatý solo estará operativo para vuelos militares hasta el domingo.
Tras la escalada de violencia registrada en las protestas sociales que se han dado desde comienzos de año fue decretado el estado de emergencia. Foto: Infobae
El presidente kazajo, Kassym Jomart Tokayev, ha calificado a los manifestantes de “grupos terroristas” y los acusó de haber recibido “entrenamiento en el exterior”. Este viernes, Tokayev autorizó a las fuerzas del orden disparar a matar contra los protestantes. “He dado la orden de disparar a matar sin aviso previo”, aseguró ante las cámaras.
A su juicio, la principal ciudad del país, Almatý, fue atacada por unos 20.000 hombres, “tanto locales como extranjeros”, entrenados y con “un plan claro”. Horas antes, el mandatario kazajo declaró que el orden constitucional había sido “ampliamente restablecido en todas las regiones”.
Tras acusar a “bandas terroristas” formadas en el extranjero de estar detrás de la ola de violencia, el presidente Tokaev informó que había solicitado la ayuda de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza de antiguas naciones soviéticas liderada por Rusia.
La alianza está conformada actualmente por Armenia, Biolorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, y fue concebida como una unión para contrarrestar las amenazas militares externas.
El último jueves, Rusia y sus aliados de la OTSC anunciaron el envío a Kazajistán del primer contingente de una “fuerza colectiva de mantenimiento de la paz”. El grupo está compuesto principalmente por militares rusos (paracaidistas), cuyo objetivo es “proteger edificios y otras instalaciones estatales y militares, así como, en general, asistir a las autoridades con el objetivo de estabilizar la situación”.
Militares rusos preparándose para abordar un vuelo militar para asistir a la operación de mantenimiento de la paz ‘CSTO’ en Kazajstán, en el aeropuerto Chkalovsky en Moscú, Rusia, 6 de enero de 2022. Foto: EFE
Kazajistán comparte una frontera de 7.598 kilómetros con Rusia. Se trata de la segunda frontera terrestre más larga del mundo, después de la que separa a Estados Unidos de Canadá.
La república exsoviética también cuenta con una frontera de 1.782 kilómetros con China, con 1.215 kilómetros de frontera terrestre y 566 de acuática.
La frontera kazajo-china fue establecida tras la caída de la URSS y la independencia de Kazajistán, que antes formaba parte de del imperio comunista y, previamente, el Imperio ruso.
Kazajistán es la mayor economía de Asia Central, que experimentó crecimientos de dos dígitos, pero en 2014 se vio muy afectada por el desplome de los precios del petróleo, del que depende en gran medida.
El petróleo representó el 21% del PIB del país en 2020, según el Banco Mundial, que prevé que la economía crezca un 3,7% este año. El principal yacimiento petrolífero del país, Tengiz, representa un tercio de la producción anual de Kazajistán y está controlado al 50% por la empresa estadounidense Chevron.
Kazajistán es sede del cosmódromo de Baikonur, propiedad de Rusia, que 60 años después sigue siendo la mayor plataforma de lanzamiento del mundo desde que el cosmonauta soviético Yuri Gagarin despegara y se convirtiera en el primer hombre en el espacio.
Kazajistán es el mayor productor mundial de uranio y también tiene manganeso, hierro, cromo y carbón en abundancia. El país ha vinculado el futuro de su economía a la vecina China, invirtiendo mucho en su red de carreteras, ferrocarriles e infraestructuras portuarias para facilitar los vínculos comerciales.
Vista de un vehículo de guerra ruso que será desplegado en Kazajistán. Foto: Ministerio de Defensa ruso
El presidente de China, Xi Jinping, elogió el viernes la mortífera represión que el Gobierno de Kazajistán adoptó para sofocar las protestas, y calificó al mandatario kazajo, Kassym Jomart Tokayev, como un líder “muy responsable”, informaron medios locales.
“Usted tomó medidas contundentes en un momento crítico y rápidamente calmó la situación, mostrando su posición de responsabilidad y de un sentido del deber como político, mostrándose muy responsable hacia su país y su pueblo”, dijo Xi a Tokayev en un mensaje, según informó la agencia oficial Xinhua.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidieron este viernes el fin de la violencia en Kazajistán e instaron a la moderación a las partes.
“Los derechos y la seguridad de los ciudadanos son primordiales y deben ser garantizados. Llamo al fin de la violencia y a la moderación”, dijo Von der Leyen en una conferencia conjunta con Macron, quien apoyó esta declaración.
“Estamos a la vez preocupados y extremadamente vigilantes, y por eso hemos llamado a una desescalada”, dijo el mandatario francés.
En tanto, la portavoz del Gobierno alemán, Christiane Hoffmann, expresó su convicción de que la violencia en Kazajistán “nunca es la respuesta adecuada”.
“Hacemos un llamado a todas las partes interesadas para que reduzcan la escalada y lleguen a una solución pacífica”, agregó.
Con información de AFP y EFE