Cristina Mariscal Copano es una madre que copó varias páginas en medios de España porque secuestró a sus hijos para evitar que fuesen vacunados contra la COVID-19. Esta historia que se cerró este miércoles 5 de enero, dado que fue detenida tras entregar a los menores a un juez.
El abogado del padre, José Javier Toucedo, le indicó al diario local El Mundo que los niños se encontraban en el juzgado. Desde el pasado 16 de diciembre estaban separados de su progenitor para evitar que fuesen inmunizados contra el coronavirus.
El abogado de la mujer, Borja Gómez Martínez-Fresneda, aseguró que los menores tienen un perfecto estado de salud y justificó el accionar de la fémina. Su objetivo era “defenderlos de los posibles efectos secundarios graves” de las vacunas, dijo.
Sin embargo, múltiples estudios científicos en el mundo han demostrado la eficacia y la seguridad de las vacunas contra la COVID-19. Mientras que diversos organismos sanitarios de envergadura, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), han corroborado su protección.
El letrado aseveró que Mariscal Copano, de 46 años, no cometió ningún delito al sostener que la retención fue justificada. No obstante, el juzgado que investiga la sustracción de los menores había emitido una orden de “búsqueda y presentación”.
El Código Penal en España, empero, establece que “el progenitor que sin causa justificada para ello sustrajere a su hijo menor será castigado con la pena de prisión de 2 a 4 años e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de patria potestad por tiempo de 4 a 10 años”.
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La mujer ya le había avisado al padre de sus hijos que llevaría a los niños ante el juez y que se entregaría.