La Policía del Reino Unido sacrificó a más de 1.500 perros, calificados como ‘peligrosos’, después de haberlos capturado en los últimos tres años. Ante esta práctica, varias entidades que defienden la vida animal criticaron la decisión de deshacerse de los canes.
Esta disposición se produjo en concordancia con la polémica Ley de Perros Peligrosos, según la cual, no se puede tener como mascota a razas pitbull terrier, tosa inu japonés, el dogo argentino y el fila brasileño.
Asimismo, otras razas también pueden ser capturadas si se encuentran fuera de control, de acuerdo con lo revelado por una investigación de la cadena de televisión Sky News.
Varias organizaciones protectoras de animales temen que varios de los perros hayan sido “sacrificados innecesariamente”.
Una de ellas, la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (Rspca, por sus siglas en inglés) advirtió que una parte de los fallecimientos se realizaron “sin ninguna consideración” por el comportamiento de los caninos y que son capturados “en función de su aspecto” y “la gran mayoría de ellos no representarán un riesgo para la seguridad pública”.
Sam Gaines, especialista de la Rspca, recomendó que se solicite a los propietarios una licencia para poder adquirir un perro, lo que abarcaría una tarifa anual para ayudar a mejorar la seguridad e instó al Gobierno a examinar la controvertida legislación.
Además, indicó que los perros estaban siendo apresados y sacrificados “sobre la base de su apariencia” y “la gran mayoría de ellos no representarán un riesgo para la seguridad pública”.
“Hemos tenido la legislación durante 30 años y todavía estamos viendo que los perros son sacrificados innecesariamente”, declaró Gaines.
Añadió: “No hay raza de perro que sea intrínsecamente agresiva. Si ve o no un comportamiento agresivo en un perro, se reduce a cómo ha sido criado y sus experiencias de vida”.
Por parte de las autoridades, una portavoz del Departamento del Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales expresó que “los ataques de canes pueden tener consecuencias horribles, por lo que es un delito permitir que cualquiera de ellos, no solo las especies prohibidas, esté peligrosamente fuera de control”.