El último 19 de diciembre, el líder awajún y presidente de las Rondas Campesinas, Urbanas y Nativas (Conar) de Santa María de Nieva (Condorcanqui, Amazonas), Antonio Yagkuag Baais, fue asesinado a balazos cuando se trasladaba a bordo de un mototaxi. Frente a este terrible escenario, Estados Unidos expresó su preocupación por la violencia desatada en esta parte del país.
A través de su cuenta de Twitter, la embajada de Washington en Lima extendió sus condolencias y dio a conocer su preocupación por los homicidios perpetrados hasta el momento en contra de los defensores de los derechos humanos en la Amazonía peruana.
Foto: Twitter / @USEMBASSYPERU
Antonio Yagkuag Baais es la cuarta víctima de la violencia contra los jefes encargados de denunciar actos ilícitos. Él había manifestado que su organización recibía muchas denuncias y exhortaba a las instituciones competentes para que sean ellas las que realicen las investigaciones.
El dirigente asháninka Lucio Pascual Yumanga fue asesinado el 30 de noviembre, presuntamente por miembros del narcotráfico; el 2 de julio, el defensor del medio ambiente asháninka Mario López Huanca; y el 26 de febrero, Herasmo García.
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“Los pueblos indígenas —asháninkas, shipibo-conibo, awajún y cacataibos— somos invisibles para los gobiernos. Las autoridades no nos han protegido ante los ataques y las amenazas que sufrimos a manos de narcotraficantes, taladores de bosques e invasores de tierras. El riesgo que enfrentamos es alto y día a día corremos el riesgo de ser amenazados, heridos o asesinados”, señaló muy preocupado Berlin Diquez, presidente de la Organización Regional Aidasep Ucayali (ORAU).