Barinas, una región de 970.000 habitantes en Venezuela, es reconocida por haber sido gobernada por la familia Chávez desde 1998 hasta la elección del pasado 21 de noviembre, cuando el opositor Freddy Superlano encabezaba el escrutinio oficial, antes de ser inhabilitado por el máximo tribunal del país. Ahora, el estado centra la atención de cara a los nuevos comicios del 9 de enero de 2022.
En su fallo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) reconoció que las “proyecciones consignadas por el CNE (Consejo Nacional Electoral)” daban a Superlano 37,60% de los votos emitidos y a Argenis Chávez, hermano del ex mandatario venezolano Hugo Chávez, un 37,21%.
La reacción de Chávez fue renunciar a su candidatura para la reelección a la gobernación de Barinas y ahora es Jorge Arreaza, exyerno del fallecido presidente venezolano, el aspirante del oficialismo.
Empero, dado que Superlano estaba en “condición de inelegibilidad” a causa de investigaciones administrativas y penales, optó por inhabilitarlo y convocar nuevas elecciones. Una condición que desconocía el opositor y el propio CNE.
“No nos perdonan ganarle a Argenis Chávez”, aseguró Superlano en entrevista con este diario, a pocos días de que también inhabilitaran a su esposa, Aurora Silva, y que ordenaran sacar del aire su programa radial. Pese a esto, la oposición designó a Sergio Garrido como candidato de cara al 9 de enero.
¿Cómo se explica que el virtual ganador de un estado ahora esté inhabilitado y haya nuevas elecciones?
¡Wow! A la gente le diría que las dictaduras hacen elecciones. La gente piensa que las dictaduras y las elecciones están divorciadas, pero las dictaduras han ido evolucionando con el pasar de las décadas. En Venezuela tenemos un gran reto al frente; es decir, el Gobierno hizo todo lo posible para que volviéramos a la ruta electoral. Siempre hemos hablado de las condiciones. La gente afuera tiene que entender que votar en el país no significa elegir muchas veces. Si ellos son favorecidos, por supuesto sí. Lo que pasó en nuestro estado es otra prueba más de que no hay separación de poderes, del inexistente estado de derecho. Pero era también la oportunidad de develar ante el mundo una verdad que luce inocultable en el estado Barinas. Eso solamente pasa en dictadura, en regímenes en el que no existe estado de derecho. Después de haber ganado, después de que el propio ente electoral tenía la sumatoria total de los votos, pues otro poder del Estado interfirió para quitarle competencia. Alguien de afuera ahora entiende que todo lo que se dice de (Nicolás) Maduro es cierto, que esos seis millones de personas afuera no solo salen por temas económicos, sino por temas políticos y de persecución.
¿Usted cree que el TSJ hizo esto por tratarse de un estado tan emblemático para el chavismo?
Creo que el golpe político que recibió la dictadura en Barinas era algo que no se esperaba. Hicieron todo lo posible para que no pasara, no porque su candidato fuese bueno, ni porque tuviese una buena gestión. También hay que resaltar que la culpa no es solo de Argenis Chávez y su familia, sino del propio Nicolás Maduro. Ellos no se imaginaban que después que nos migraron 53.000 personas del registro electoral permanente, después que incentivaron una división en la oposición con tarjetas secuestradas, después de desaparecer actas, de cómo el Plan República —compuesto por miembros de las Fuerzas Armadas— intervino de manera directa el día de la elección, con todo y eso no se imaginaban perder. Barinas, sin duda alguna, es emblemático, más que un símbolo es un feudo, perder Barinas era darle un mensaje al pueblo de Venezuela: si ellos pueden, nosotros también. No solamente pierden un estado emblemático, para todo el mundo eso ya no es un secreto, el TSJ en la segunda sentencia lo ratifica, sino que además los deja muy mal ante la opinión pública internacional por esta violación sistemática de derechos. Decidieron irse por la vía primitiva, por su yo real.
¿Cómo se explica este resultado en ese feudo chavista?
Fuimos capaces de hacer llegar un mensaje, porque la gente está cansada. Son 22 años de una familia gobernando en el estado, donde el modelo ha fracasado. Barinas tiene un alto nivel de migración, especialmente de jóvenes que han tenido que salir del país. No hay promesas que no se hayan hecho en estos 22 años y que no haya sido incumplida. Porque hubo una agitación de conciencia permanente durante todo este tiempo y obligó a que la gente reaccionara, porque también le hablamos al chavismo. Aquí no habían motivos para mantener a estos señores en el poder, como no lo hay en el país; solo que quizás no hemos encontrado en todo el país la fórmula para hacer lo que se logró en Barinas, en medio de una situación de adversidad y de baja participación, porque solamente se presentó el 45%. Si aquí hubiese participado un 15% más, te apuesto que la diferencia fuese sido abismal.
¿Cómo convencer al electorado que vaya a votar el 9 de enero y que si ganan, lo van a reconocer?
Con la dictadura nunca vas a tener certezas. Ir a un evento electoral como vamos nosotros es un desafío, un desafío enfrentar todo el poderío que tenemos en el estado. A Barinas se ha venido todo el poderío militar, todo el poderío económico, todo el poderío gubernamental, porque saben lo que se están jugando aquí el 9 de enero. El ciudadano ha entendido que esta es una pelea de David contra Goliat, una pelea desigual, pero no deja de ser épica y, sobre todo, sabemos que si votamos de forma masiva, le vamos a propinar una derrota histórica al Gobierno, a la dictadura. Muchas son las personas que no votaron, las mismas que hoy en día quieren participar, muchos son los que no nos apoyaron y hoy nos quieren apoyar. Creo que vamos a superar los índices de participación; el Gobierno va a hacer todo lo posible porque no exista observación internacional, que debe existir porque se está repitiendo el proceso electoral. La gente sabe que podemos ganar, podemos superar la adversidad, el ventajismo, podemos ganar y esta vez en mejores condiciones.
Freddy Superlano y Juan Guaidó sostienen que el resultado de Barinas puede extrapolarse a toda Venezuela, siempre y cuando haya "condiciones" para una elección presidencial. Foto: AFP
Mencionó toda una serie de condiciones, pero no al candidato, ¿cree que Garrido puede superar a un postulante que fue canciller y vicepresidente bajo la gestión de Maduro?
Sí, lo creo, por dos razones. Primero, Sergio le dice mucho más a los barineses; el canciller no decía nada para afuera, mucho menos le va a decir algo a los barineses, porque es ajeno al territorio. Sergio no solo es de Barinas, sino que tiene toda una vida luchando políticamente en el estado. Todos estamos detrás de la candidatura de Sergio Garrido, en esa plataforma unitaria. El plus adicional es enfrentarse al candidato de Maduro, el candidato de la mentira, el candidato de la estafa, el candidato de la corrupción, el candidato del éxodo masivo de los venezolanos. Entonces, es un candidato muy derrotable, no tiene ningún tipo de identidad ni arraigo con el estado, más allá de que estuvo casado con una hija de Chávez. La gente sabe que es una imposición luego de habernos arrebatado el triunfo.
Sobre la plataforma unitaria, ¿no teme que Claudio Fermín pueda arrebatarle los votos que hipotéticamente le darían la victoria a Garrido?
¡No chico! Para nosotros, así como Jorge Arreaza no es un referente en Barinas, Claudio tampoco. Y no lo es porque está desvinculado del estado desde hace mucho tiempo. Tampoco le dice nada a los barineses, su candidatura es muy inoportuna en este momento. No tememos que se pueda llevar ni una cuarte parte de los votos del 9 de enero.
Hablando de Arreaza, él tiene un vínculo especial con Chávez, ¿cree que fue designado para intentar mantener el nexo con esta familia y conseguir así los votos?
Dentro del oficialismo hay una división importante. Para nadie es un secreto que el Gobierno nacional quiere pretender ahora que la derrota es solo por Argenis, cuando la culpa es de él y de Nicolás. Yo no sé si buscan ese vínculo, pero ese vínculo no le dice nada a los barineses, en honor a la verdad. Ellos escogieron un candidato que saben que la derrota es menos dolorosa en él, porque aquí hay otros Chávez; aquí hay otros hermanos de Chávez que han sido gobernadores, aquí hay sobrinos de Chávez también, y si era eso, fuesen escogido a uno de estos si querían generar un lazo emocional. Aquí había esa conexión, pero la gente en Barinas se cansó. Su fortaleza no está en que sea yerno de Chávez, está en la presencia de todo el poderío militar instalado en Barinas, en ver cómo intimidan, pero no en la conexión emocional que pueda tener con la gente.
Confianza. Superlano cree que ganarán otra vez en Barinas. Foto: EFE
¿Cree que hay una persecución especial con el apellido Superlano en Barinas?
Sí, no nos perdonan ganarle a Argenis Chávez, después de tanto poderío, después de hacer ver esto como un nicho chavista, que era impenetrable. No van a dejar pasar nada que tenga una relación con Freddy Superlano o con otro dirigente político de los factores opositores que pueda también derrotarlos. Seguramente si fuese postulado a otro Superlano, también lo inhabilitan, pero nosotros tenemos que ir mucho más allá de eso. Volverles a ganar es quizás el mayor desafío que tenga esta sociedad. Para Barinas sería lo más épico. También la primera bisagra de una transición que pueda hacerse más adelante cuando vayamos a un evento electoral presidencial. Estas inhabilitaciones no nos quitan el empuje, el interés y las ganas para que Barinas pueda ser el punto de inicio a una nueva política en Venezuela y especialmente la moralización del pueblo venezolano para enfrentar a la dictadura.
Constitucionalmente puede haber un referendo revocatorio en 2022, ¿cómo plantean esta posibilidad a día de hoy?
Yo creo que un revocatorio sin condiciones, no se va a poder concretar. ¿Quién va a garantizar que por dos o tres firmas no quieran paralizar el proceso, como ya pasó en 20216? Ir a cualquier evento electoral de este tipo, que ponga en juego a Nicolás Maduro y a la cúpula gobernante en el poder, va a ser muy complicado. Tenemos que redimensionar nuestra lucha, revisar a lo interno y la legitimación de los mismos. Soy de los que piensan que debemos buscar condiciones, hay que negociarlas, ejercer la presión interna y externa.