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Venezuela: niegan renovación de visados a observadores electorales de la Unión Europea

Los observadores cuestionaron la falta de independencia judicial, la desigualdad entre los candidatos oficialistas y los opositores, y el bajo nivel de transparencia en las elecciones regionales del 21 de noviembre.

El Ministerio de Exteriores y el Consejo Nacional Electoral (CNE) han pedido la salida de los observadores de la UE de Venezuela. Foto: composición/AFP/EFE
El Ministerio de Exteriores y el Consejo Nacional Electoral (CNE) han pedido la salida de los observadores de la UE de Venezuela. Foto: composición/AFP/EFE

El Gobierno de Nicolás Maduro ha denegado la renovación de los visados de los observadores enviados por la Unión Europea para supervisar las elecciones regionales y municipales en Venezuela el 21 de noviembre, lo que obligará a los miembros de esta misión a abandonar el país sudamericano antes de lo previsto.

El grupo, de más de un centenar de personas, esperaba permanecer en Venezuela hasta el 13 de diciembre, pero fuentes europeas han confirmado a Europa Press que se irá este domingo, día 5. Según otras fuentes citadas por la agencia Bloomberg, las autoridades venezolanas se han negado a extender los visados y tanto el Ministerio de Exteriores como el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano han pedido la salida de los observadores.

Las fuentes europeas han destacado que los observadores han permanecido en Venezuela un tiempo “importante” —la misión comenzó el 14 de octubre—, incidiendo en que han pasado dos semanas desde la jornada de votación y que la proclamación oficial de los ganadores “ha concluido”.

Asimismo, confían en volver “a principios de 2022″, momento en el cual el equipo presentará su informe final y, con él, sus recomendaciones sobre las reformas que serían necesarias para “mejorar” futuras elecciones. En el examen preliminar, la misión ya puso de manifiesto que, a pesar de las mejoras, ciertas irregularidades ponen en duda la transparencia del proceso.

En concreto, los observadores de la UE, encabezados por la socialista portuguesa Isabel Santos, cuestionaron la falta de independencia judicial, la desigualdad entre los candidatos oficialistas y los opositores, y el bajo nivel de transparencia, entre otras cuestiones.

El Gobierno de Nicolás Maduro siempre ha entendido cualquier crítica a procesos electorales internos como una injerencia y, de hecho, ya antes de la llegada de la misión dejó claro que el informe de la UE no serviría en ningún caso para legitimar los resultados que pudiese publicar el CNE venezolano.

El presidente fue más allá el pasado domingo y acusó a los observadores de la UE de ser “espías”. “Trataron de manchar el proceso electoral impecable de Venezuela y no pudieron. Una delegación de espías”, proclamó Maduro.