Austria es un país caracterizado por el alto índice de bienestar, debido a que se ubica por encima del promedio en trabajos e ingresos, vivienda, sistema de salud, seguridad personal, calidad ambiental y educación, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), esos factores lo convierten en un destino seguro para migrar en busca de empleo.
La nación europea ofrece oportunidades para que los extranjeros, entre ellos los peruanos, puedan trabajar allí con salarios de entre 2.400 y 4.400 dólares mensuales (entre 9.500 soles y 17.500 soles a cambio oficial).
Sin tener en cuenta el idioma, las condiciones de Austria son ideales: un 72% de las personas de entre 15 y 64 años de edad cuentan con empleo remunerado y un nivel de vida que se encuentra entre los 20 mejores del mundo. Todavía con todo esto a favor, en el país escasean muchos trabajadores en puestos específicos, por lo que el Ministerio de Trabajo busca postulantes en el extranjero.
Según explicó el Gobierno austriaco, el obtener profesionales especializados es clave, ya que el desarrollo económico de la nación depende de ellos. Así, aquellos extranjeros capacitados en muchos empleos podrán solicitar la tarjeta de residencia permanente para laborar y transitar libremente.
Según detallaron, las profesiones que más se requieren en Austria son:
Los sueldos varían según la profesión, aunque casi todas tienen muy buena paga. Un ingeniero gana más de 3.000 dólares mensuales, un desarrollador consigue los 4.400 y un carpintero llega hasta los 2.400 dólares.
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El sitio web para buscar trabajo en Austria es Karriere, una de las plataformas más populares de búsqueda de empleo. Como en cualquier otra página de este tipo, se puede filtrar por trabajo y por región. Una vez elegida la ocupación al que se quiere aplicar, es necesario cumplir con ciertos requisitos.
En caso de ser ciudadano de la Unión Europea (UE), se deberá presentar una solicitud de documentación a la autoridad nacional competente después de tres meses de residir en la nación. En el caso de ser un ciudadano en Austria para conseguir empleo, se debe pedir un permiso de residencia con fines de empleo remunerado.
No obstante, cualquier ciudadano peruano puede solicitar ser aceptado como inmigrante permanente mediante la solicitud de la tarjeta roja, blanca y roja. La tarjeta tiene una duración de 24 meses y permite vivir en Austria. El costo del formulario es de menos de 200 dólares y solo se podrá laborar para el empleador especificado en su solicitud.
Luego de obtener la documentación, deberá asegurarse de cumplir con alguna de estas categorías:
Junto con la solicitud de la tarjeta roja, blanca y roja, deberán presentar un certificado de estudios y confirmación de empleo para demostrar que tienen experiencia laboral. Además, otros requisitos obligatorios son tomar un curso de alemán e inglés de nivel principiante (conocido por sus siglas A1) y bajo (A2).
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De acuerdo a la plataforma Trabajar por el mundo, hay diferentes sitios web que permiten hallar oportunidades laborales en Austria. Por ejemplo:
Austria registró en las últimas 24 horas 17 fallecimientos y un total de 5.861 nuevos contagios, lo que supone la cifra de positivos más alta del país desde el 26 de noviembre de 2020, cuando se alcanzaron los 5.526 casos en pleno confinamiento.
Según informó el Ministerio de Sanidad el viernes 29 de octubre, la presión hospitalaria sigue creciendo en el país alpino, donde actualmente hay ingresadas 1.370 personas, 81 más que en la víspera, y, de ellas, 280 se encuentran en cuidados intensivos, 15 más que el jueves.
Con estos datos, la incidencia acumulada a siete días se sitúa ya en los 313 casos por 100.000 habitantes en un país que se sitúa a la cola de Europa Occidental en lo que a ritmo de vacunación respecta, con solo el 62% de la población con la pauta completa, una cifra que apenas ha variado en las últimas semanas.
Foto: AFP
El cadáver momificado de una mujer de la tercera edad fue descubierto en un subterráneo de la región de Tirol, en Austria. La Policía confirmó que el asesinato ocurrió hace más de un año y el homicida fue su propio hijo, que quería seguir cobrando las ayudas sociales de su madre.
“Las investigaciones revelaron que esta mujer, de 89 años, falleció en junio de 2020 y el hombre, de 66 años, conservó su cuerpo para seguir beneficiándose de las ayudas”, explicaron las fuerzas de seguridad en un comunicado.
El sospechoso, que vivía con su madre cerca de Innsbruck (Austria), reconoció durante su detención que había congelado el cuerpo para asegurarse que no olería a muerto y luego absorbió los fluidos corporales con vendas.
El sospechoso reconoció durante su detención que había congelado el cuerpo de su madre. Foto: Referencial / AFP