Flor Peña y Alberto Venera, policías nacionales de Alcalá de Henares, al noroeste de Madrid en España, han sido apartados de su puesto de trabajo desde hace cinco meses. Han dejado de realizar sus custodias por la calle para llevar a detenidos de los calabozos hasta salas judiciales. El motivo se debería, según indican los efectivos y el sindicato Justicia Policial (Jupol), por “defender y velar por los derechos de los animales” durante sus patrullajes.
Alberto lideraba un grupo que trabajaba en el turno de noche con 10 agentes a su cargo (entre los que se encontraba Flor) y patrullaba las calles alcalaínas atendiendo cualquier tipo de delito. Sin embargo, debido a su labor con los animales, luego fueron reubicados en otros puestos, ya que su comisario considera que “la Policía Nacional no tiene competencia ni debe dedicarse a salvar a esos seres vivos, como hacen ambos agentes”, señala la Jupol.
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Los policías en mención han realizado 20 intervenciones para salvar la vida de varios animales a lo largo de dos años, durante las cuales “han podido retirar preventivamente a más de 40 animales que sufrían maltrato animal continuado, poniéndolos de esta forma a salvo”, según cuenta el portal español Confilegal.
“Más que un mal sueño es una pesadilla que no termina nunca porque es una persecución constante, y a mí me ha costado hasta dos veces cambiar de puesto de trabajo, hasta que me encierran en un sitio para que no haga este tipo de intervenciones”, declaró Alberto.
Incluso, el pasado 6 de octubre, Flor y Alberto fueron premiados por la Red de Protección Animal (REPA) por sus buenas prácticas policiales. Los dos llegaron al acto sin poder enfundarse el traje oficial de la Policía, ya que el comisario de su dependencia no les dio permiso para usar la vestimenta “porque consideraba que no los representaban”, según explican los efectivos.
Cansados de esta situación, los agentes, una semana después, pasaron más de dos horas y media en un prestigioso despacho de abogados de la capital. Desde hace meses, junto al sindicato de la Policía, preparan una demanda por acoso laboral.
“Es difícil el día a día esto se alarga muchísimo y cada día es una cosa nueva, cuando te levantas nunca sabes cómo va a acabar el día con esto porque son nuevas difamaciones, nuevas persecuciones, todo gira en torno a castigarnos, a desplazarnos. Entonces es muy difícil llevarlo emocionalmente”, indica Flor en una entrevista a Onda Cero.
Flor Peña y Alberto Venera recibiendo los premios en los Galardones a los Servicios Policiales por la Protección de los Animales. Foto: REPA
El caso continuará en un juicio a sus superiores por acoso laboral y están recopilando información y testimonios para probar su denuncia.