El pasado 3 de octubre, el presidente Pedro Castillo anunció una segunda reforma agraria desde la explanada de Sacsayhuamán en el Cusco durante el 53° aniversario del inicio de la Revolución Peruana liderada por el general Juan Velasco Alvarado (1968-75) en un intento por recuperar impulso para hacer frente a la crisis constante que vive el Perú.
Para el internacionalista Eduardo J. Vior en su columna titulada “Castillo, entre la ideología y el posibilismo”, publicada en el diario argentino Telam, “con la elección de la fecha, el mandatario rememoró el proceso nacionalista que entonces estatizó el petróleo e inició la reforma agraria. Fue un intento por recuperar impulso con un fuerte simbolismo”, sostuvo.
PUEDES VER: “En Perú no deberían preocuparse”: expertas trazan la naciente influencia de Vox en la región
Esta semana Castillo también ratificó la continuidad como presidente del Banco Central de Julio Velarde, economista ortodoxo que desde 2006 maneja la política monetaria. Foto: captura / Telam
Asimismo, lo reforzó el último miércoles con la designación de Mirtha Vásquez como nueva presidenta de la PCM “intenta devolver al Gobierno de Pedro Castillo al curso votado en la elección de junio pasado, pero, más allá de dogmatismos y oportunismos, solo las obras le darán el apoyo popular que necesita”, puntualizó.
El analista indicó que la renuncia del exprimer ministro Guido Bellido ocurrió luego de que el “ingeniero cusqueño se enfrascó en choques dentro y fuera del oficialismo que lo degastaron y llevaron a su reemplazo”. Por el contrario, su sucesora, la abogada de 46 años especializada en derechos humanos Mirtha Vásquez “prefiere la búsqueda de compromisos”.
El experto hizo un análisis sobre los primeros dos meses de la presidencia de Pedro Castillo y concluyó que “fueron muy desgastantes y poco productivos. Está acosado por una derecha cerril que aprovecha la Constitución fujimorista de 1993 para trabar todos sus pasos. Otra derecha “moderada” lo enreda en negociaciones y pactos”.
“Finalmente, le falta unidad por las luchas internas entre los leales a Vladimir Cerrón –que en cada concesión ven una traición a los principios- y los “caviares” (así se llama en Perú a la izquierda limeña tecnocrática y progresista) que reniegan de cualquier cambio de estructuras”, agregó.
La única solución que encuentra Eduardo J. Vior para la actual crisis que enfrenta el país es la realización de obras y no solo frases populistas. “El presidente sabe que el pueblo peruano ya ha tenido demasiadas decepciones y que no está dispuesto a esperar mucho tiempo. Por ello le urge mostrar obras, para lo cual necesita mantener la unidad de la heterogénea alianza que lo sostiene. De que lo logre depende la paz de Perú y la región”, finalizó.