Lawrence Michael Handley, un millonario de Luisiana en Estados Unidos, se declaró el lunes 26 de julio culpable de secuestrar a su exesposa, después de que los dos hombres que contrató se ahogaran en un pantano cuando escapaban de la Policía, según el medio The Washington Post.
La pareja llevaba casada desde el 2006, pero la relación se deterioró en 2017, cuando las denuncias de violencia familiar ante la Justicia ocasionaron múltiples órdenes de alejamiento. En abril de ese año, Michael, ahora de 53 años, solicitó el divorcio alegando que su esposa lo atacó y amenazó de muerte.
Por su parte, Schanda Handley, afirmó que su expareja intentó rastrear su teléfono, acceder a su correo electrónico e instalar un ‘software espía’ en su computadora, además de enviar mensajes de texto amenazadores y permitir que otros también lo hicieran.
El hombre luego planeó el secuestro de su exesposa y contrató a Sylvester Bracey y Arsenio Haynes, dos hombres con antecedentes penales, quienes en agosto de 2017 irrumpieron con pistolas semiautomáticas la casa de la mujer en Lafayette, la esposaron, le colocaron una bolsa en la cabeza y la llevaron a la fuerza a una camioneta.
Según los documentos judiciales, Handley compró herramientas “necesarias para secuestrar, atar, torturar” a su exesposa.
Los secuestradores, Sylvester Bracey y Arsenio Haynes. Foto: The Advocate
Los secuestradores Bracey y Haynes llevaban a la víctima hacia la ciudad de Baton Rouge, pero en el camino quedaron atascados en el tráfico y decidieron conducir por el margen lateral de la carretera. Infracción que llamó la atención de un sheriff fuera de servicio, quien inició la persecución de la camioneta, que terminó en un callejón sin salida y quedó atrapada en un área pantanosa.
En un intento por escapar de la Policía, los hombres abandonaron el vehículo y saltaron en un canal, donde se ahogaron. Los cadáveres fueron hallados un día después. Schanda Handley fue encontrada con vida en la parte trasera de la camioneta.
Mientras que Lawrence Michael Handley fue arrestado cuatro días después en un hotel cuando intentaba alquilar un avión con el objetivo de evadir a las autoridades. Los detectives encontraron un video de vigilancia en el que planeaba el secuestro y prometía pagar a Bracey y Haynes “19 lingotes de oro”.
Handley se declaró culpable de dos cargos de secuestro en segundo grado y un cargo de intento de secuestro en segundo grado tras llegar a un acuerdo de culpabilidad. Este pacto le permitió evitar un cargo agravado, que conlleva a cadena perpetua. Él ahora enfrentará de 15 a 35 años de prisión.