Este sábado 24 de julio, decenas de ciudadanos se concentraron en las calles de las ciudades más grandes de Australia- Melbourne y Sydney- para protestar contra las medidas de confinamiento impuestas por el Gobierno para combatir el aumento de los casos de COVID-19 en la región.
Esto se da ante el anuncio de una posible extensión de las restricciones hasta octubre, debido al brote de la nueva variante delta-una de las más contagiosas en el mundo-que viene afectando al país. Recientemente, el estado de Nueva Gales, capital de Sidney, reportó 162 nuevas infecciones, elevando los casos a aproximadamente 2000.
Los protestantes, que no cumplieron con las medidas de bioseguridad y no portaban mascarillas, se enfrentaron a la Policía en una pugna que terminó con más de 100 personas multadas y 57 detenidos, en Sydney. Mientras que en Melbourne, hubo seis personas arrestadas.
Manifestaciones contra cuarenta se llevan a cabo en Australia. Foto: AFP/Con Chronis
Al respecto, la primera ministra del estado de Nueva Gales del sur, Gladys Berejiklian, tuvo las siguientes declaraciones ante la prensa: “Estoy totalmente indignada por los manifestantes ilegales que se encuentran hoy en la ciudad, cuyas acciones egoístas ponen en peligro la seguridad de todos”.
De igual forma, expresó su enojo ante lo que consideró una falta de empatía por parte de los protestantes: “Los manifestantes han mostrado un desprecio absoluto por sus conciudadanos, que en estos momentos lo están pasando mal”.
Por su lado, David Elliott, ministro de Policía del Estado de Nueva Gales del Sur, se refirió a los ciudadanos que se manifestaron como “3.500 imbéciles muy egoístas”, y afirmó que eran “la clase de gente que va a prolongar este confinamiento”.
La protesta fue denominada como una manifestación por la “libertad” y se movió por cuentas y redes sociales que son conocidas por publicitar información antivacuna y teorías conspiratorias.
Actualmente en Australia al menos 20 millones de habitantes se encuentran bajo restricciones, muchas de ellas de confinamiento total. De igual forma, la vacunación en Australia avanza lentamente, y solo el 11% de los ciudadanos han sido inoculados.