Reino Unido se libera, pero Australia se encarcela
Dos realidades. Mientras UK deja atrás las restricciones por la pandemia en el “Fredom Day”, Australia sufre los embates de una frustrada campaña de vacunación.
Reino Unido levantará hoy casi la totalidad de restricciones que tenía para enfrentar la pandemia del COVID-19. La jornada llevará el nombre de “Freedom Day” y tendrá lugar pese al incremento de contagios y el temor de muchos.
Desde la medianoche, los locales y estadios tendrán la autorización de abrir sus puertas con el 100% de su aforo, las discotecas recibirán cantidades prepandémicas de personas, los pubs reanudarán el servicio de bar y no existirá más el límite reducido de ingreso debido al SARS-CoV-2.
El uso de mascarillas ya no será obligatorio como hasta hace unas semanas, pero se mantendrá la recomendación de utilizarlas en transportes y comercios.
Además, el teletrabajo ya no formará parte de la “nueva normalidad” y la gente tendrá que volver a las oficinas que ocuparon hasta hace más de un año cuando el coronavirus no tenía un significado en el argot cotidiano.
Duras restricciones
Australia supo brillar frente al desolador panorama que advertía la llegada de la pandemia del coronavirus. Las acertadas decisiones del Gobierno hicieron de este un “país ejemplo” frente a la propagación del virus. Sin embargo, hoy sufre un giro drástico que lo pone en la cola de países europeos que sufren más que otros.
El COVID-19 dejó en el país 913 muertes y 31.771 contagios, hasta el cierre de este informe.
Las cifras podrían reflejar, a simple vista, un buen manejo de la primera etapa de la pandemia, pero la fracasada campaña de vacunación y la llegada de la variante Delta ha puesto al país oceánico en una encrucijada: Australia podría estar perdiendo la batalla.
La mitad de la población amanece hoy en medio de una cuarentena a raíz de un nuevo brote que se encuentra muy vinculado a la presencia de la variante Delta en Sidney. Más de 300 casos de la nueva variación del virus, considerada como la más contagiosa hasta el momento, fueron detectados en varios puntos del país.
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La nueva restricción durará hasta fines de julio y con ello se espera frenar la propagación a lo largo del territorio australiano.
El domingo 27 de junio se ordenó el confinamiento de algunas ciudades, mientras que, con el pasar de los días, la medida se fue extendiendo hasta alcanzar a la mitad del país.
“Desde que rebotó la (variante) Delta, los casos han comenzado a incrementarse y el pasado viernes han puesto más restricciones, como parar obras de construcción, trabajar desde casa, cerrar locales de trabajo que no son necesarios”, dice Edu Flores Moore, peruano residente en Sidney desde hace cinco años.
Con la llegada de la variación más contagiosa a suelo australiano, el Gobierno tuvo que implementar nuevas restricciones más estrictas. “La multa ha subido, ahora es de 10.000 dólares”, añade Flores Moore, en referencia a quienes incumplan las restricciones y asistan a centros laborales pese a la prohibición.
Tan solo el 10,9% de la población se encuentra totalmente vacunada hasta el viernes 16 de julio. Es decir, el equivalente a 2.578.614 y 4.474.579 personas más tienen al menos una dosis, según el portal DatosMacro. A diferencia de España (49,32%) o Reino Unido (53,3%).
La nueva ola de contagios llegó con una ola de desinformación respecto a la inmunización con ciertos fármacos.
Se avizora la llegada de restricciones cada vez más estrictas en un futuro no muy lejano del país oceánico. La batalla contra la tercera ola de contagios de COVID-19 puede estar perdida para el pueblo australiano, pero lo que más importa es cómo el Gobierno planea afrontar la guerra.
Pandemia no avanza en América Latina
El número de nuevos casos y muertes por coronavirus aumentó en todo el mundo esta semana, salvo en América Latina, según los datos recopilados por la AFP.
En la última semana se registraron una media de 477.930 nuevos contagios al día, es decir un 15% más que en la semana anterior, según los balances de la AFP.
El número de muertes en el mundo avanzó un 3% con respecto a la semana anterior, con 8.080 muertos diarios.
Solo la región América Latina y Caribe registró cifras mejores que la semana precedente, con un 9% de nuevos casos menos y un 12% menos de decesos hasta el último sábado.