Pese a ser Estados Unidos uno de los países con casi la mitad de su población vacunada contra el nuevo coronavirus, todavía existen personas que por miedo a los efectos secundarios se niegan a ser inoculadas. Eso le ocurrió a Tricia Jones, una madre de 45 años, quien no quiso vacunarse; no obstante, luego se contagió de la variante Delta y murió.
Su gran temor a la vacuna anti-COVID-19 nació de la desinformación que veía en la televisión y redes sociales, donde se mostraban los supuestos efectos adversos del fármaco, tales como coágulos de sangre o problemas cardíacos. Esto la motivó a que decidiera no vacunarse por miedo a sufrir algunas de estas reacciones.
Más allá de la recomendación de los médicos, Tricia prefirió no ir a la masiva campaña de vacunación en Missouri. Sin embargo, semanas después, ella se enfermó de la contagiosa variante Delta del coronavirus y falleció. “Nunca hubiera pensado que perdería a mi hija a los 45 años”, lamentó Deborah Carmichael, madre de la víctima.
Todo comenzó cuando uno de los hijos de la estadounidense contrajo COVID-19 en la escuela y, como suele suceder, lo “llevó” a casa. Pese a que al principio el estado de salud de Tricia era estable, poco a poco comenzó a deteriorarse. A principios de mayo, ella tuvo que ser hospitalizada en el Centro Médico de Investigación en Kansas City.
Aunque sus síntomas de COVID-19 finalmente desaparecieron, los problemas respiratorios empeoraron. Y finalmente murió el 9 de junio, producto de la variante Delta, que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) representa el 51,7% de las nuevas infecciones en Estados Unidos.
Tricia Jones junto a su madre Deborah Carmichael. Foto: Fox4
La madre de Tricia, Deborah, contó que ella sí había recibido su primera dosis de la vacuna anti-COVID-19, pero su hija estaba escéptica. “Tenía miedo de los efectos secundarios después de escuchar tantas historias de terror”, declaró a Fox4.
Y recalcó que tampoco ayudó que cuando ella misma había ido a vacunarse, no la pasó bien los días siguientes. Eso generó en Tricia más dudas, susto, y terminó por creer que la vacuna era mala. “Después de enfermarse, ella me dijo: ‘Mamá, tenías razón sobre la vacuna, sobre ser diligente y todo eso’. Yo estaba como: ‘No quiero tener razón. Quiero que estés bien. Eso es todo lo que importa’”, mencionó Carmichael.
Deborah pidió a todos que aprendan del trágico desenlace de su hija y se vacunen lo antes posible, porque “el coronavirus no perdona”. “Por favor, tómense esto en serio. Nadie quiere ver a un miembro de la familia que ama pasar por esto. Si se vacunan, tienen más posibilidades de salir adelante”, agregó.
La mujer, de 45 años, no se inmunizó por miedo a los efectos secundarios de la vacuna anti-COVID-19. Foto: AFP
La variante Delta, que es más transmisible que cualquier mutación anterior, constituye ahora más de la mitad de todas las nuevas infecciones por COVID-19 en Estados Unidos, según estimaciones de los CDC.
Este linaje del coronavirus representa el 51,7% de las nuevas infecciones en Estados Unidos, mientras que la variante B.1.1.7, o Alfa, que ha dominado durante meses, representa ahora el 28,7% de los casos, de acuerdo con los datos divulgados el miércoles 7 de junio.