Chile se ha acostumbrado en los últimos meses a vivir días inigualables en su historia. Todo empezó en el 2019 cuando un grupo de jóvenes saltaron los vallados del Metro de Santiago en rechazo al alza del boleto y desde entonces se desató una ola de protestas que elevaron el clima político hasta hoy.
Comienza a sesionar la Convención Constituyente, un órgano erigido tras el plebiscito de octubre del 2020 y cuyos 155 integrantes se eligieron en mayo de este año, encargada de redactar una nueva Carta Magna que reemplace la vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Su primer mandato es redactar un texto constitucional que plasme el Chile que se reclama, donde se respeten y garanticen los derechos, con dignidad, en una sociedad que avance a una democracia deliberativa e incidente, donde se disminuyan las profundas desigualdades”, destacó la magíster en Política y Gobierno Susana Riquelme.
Tanto Riquelme como Mariana Ardiles, integrantes de la Red de Politólogas, atendieron a este diario desde Chile para enfatizar cuál es el ambiente en la nación vecina.
“Chile es un país muy desigual socioeconómicamente hablando, y las élites políticas suelen estar bastante alejadas de la realidad de los ciudadanos promedio. Esto provoca malestar que probablemente contribuyó al estallido”, señaló Ardiles.
Riquelme indicó que “el ambiente está lleno de expectativas” de cara a los próximos meses. “Este proceso es histórico e inédito para Chile, no existen otros momentos de nuestra historia donde se haya dado un proceso de esta naturaleza”.
A partir de hoy, los 155 miembros (78 hombres y 77 mujeres) tendrán nueve meses para presentar una propuesta. De ser necesario, podrían solicitar una prórroga de tres meses y como tope tener el texto legal en julio del 2022, para luego ser sometida a plebiscito.
Lo primero que harán será designar por mayoría absoluta una mesa directiva (presidencia y vicepresidencia) que dirija el curso de la Convención.
Medios locales mencionan a Elisa Loncón, Patricia Politzer y Agustín Squella como principales opciones a presidirla. Una lista en la que coincidió Riquelme y sumó a Cristina Dorador como otra candidata.
Opción. Elisa Loncón está voceada para presidir el órgano. Foto: difusión
“Es muy importante que la decisión de la Convención Constitucional sobre su presidencia y vicepresidencia responda a un liderazgo que contemple una figura representativa de los territorios, del triunfo de las mujeres y la relevancia de la paridad de género, con capacidad de diálogo intercultural inclusivo e independiente”, sostuvo la experta.
Puntualmente sobre Loncón, una de las 17 constituyentes de los pueblos originarios, resaltó su “capacidad dialógica” y al igual que Politzer y Dorador “representan las características que ha tenido la elección de convencionales: mujeres, diversas e independientes”.
Analistas han coincidido que la izquierda logrará imponer sus principales reivindicaciones dado que la derecha no alcanzó el tercio de escaños para tener poder de veto.
“En ese sentido se puede esperar que los contenidos propuestos por la Convención para la nueva Constitución sean progresistas, más inclinados hacia la socialdemocracia”, afirmó Ardiles, quien igualmente matizó que “también hay un sector dispuesto a negociar”.